Las religiones

Nada dura, esa es la única constante. Entonces, cuando la comodidad termina sentimos dolor, y cada vez que lo incómodo desaparece nos aliviamos. Lo primero, por supuesto, es lo que más se nota, pues la ausencia de luz siempre impresiona más que la ausencia de oscuridad (somos demasiado sustanciales, no podemos evitarlo). Y así permanecemos desde que adquirimos sustancia animal y hasta que regresamos a la mineral, sin acostumbrarnos ni un solo día. Así pues, la energía destructora nos conmociona sobremanera, y sobre todo nos extraña. "¿Por qué?" es la pregunta más veces formulada, y al mismo tiempo la única que no tiene respuesta. Se trata de una reflexión frustrante que, si bien no desemboca nunca en nada, abre una veta interesante: la de las posibles soluciones, o pistas; todas muy inocentes en medio de la enorme noche que lo apaga todo. Estas velas casi imaginarias que intentan guiarnos, o por lo menos distraernos, en lo que amanece de nuevo son las religiones. No ofrecen nada al pretender ofrecerlo todo. Los cultos son atajos que al final resultan laberintos cerrados, o placebos tan amargos que nos hace olvidar el malestar original. ¡Pero qué hermosos son! La vida es un valle de lágrimas, sí, pero sus balsas son de primera.

Cena en casa de Laura













היום גם

Sábado








Jueves en el Malva









Hace mucho que no me divertía tanto poniendo música :)

היום

Héctor Segura

Así se llama la persona que me llamó anoche a la casa después de encontrar mi número en la base de datos de HSBC (él trabaja en una sucursal). "¿No te acuerdas de mí?, ¡éramos amigos en la primaria!" Dios, vaya sorpresa. Esos reencuentros no ocurren todos los días. Héctor y yo estudiamos juntos entre 1991 y 1993 en Córdoba, Veracruz; ambos odiábamos las clases de educación física, y sobre todo el futbol. Creo que por eso nos hicimos amigos. Él me recordó cuando nos ponían de defensas, y nosotros preferíamos esquivar el balón cuando este se acercaba. También tenía presente mis ataques de risa en el salón, y al hermano Lázaro, por supuesto, que durante las clases de dibujo ponía un casete con la música de Cats (¡en español!). Qué tiempos tan húmedos, y pálidos. Por alguna razón subconciente, casi nunca pienso en los tres o cuatro años que viví allá. En fin, Héctor y yo hablamos cerca de una hora, y yo decidí visitarlo pronto (no he regresado desde que me fui, en 1994). Después de colgar, busqué en Facebook a mis ex compañeritos de La Salle, y descubrí que todos lucen súper señores. ¿Pensarán ellos lo mismo de mí? ¿Qué diferencia habrá entre la edad y la nostalgia? Seguramente la misma que hay entre ellos y yo. Ninguna.

Esta noche

Hace algunas semanas, a Moli y Jun se les ocurrió que Dorian y yo podríamos poner música en una de sus célebres fiestas en el Malva. Así que nos invitaron a la de esta noche, y nosotros encantados. Ahora mismo preparo mi selección de temas: Les Biscuits Salés, La Costa Brava, Mano de Santo, Single, Le Mans, La Casa Azul, Lagartija Nick, Alex y Christina, Sr. Chinarro, Feria, Los Happiness, Los Punsetes y música por el estilo. Dorian, como de costumbre, se encargará de la música en inglés. Aquí les dejo el flyer, por si quieren ir. Creo que será divertido.



Y ahora un video para que todos nos pongamos de buenas (por supuesto, voy a poner esta canción en la noche):

Mi sueño de anoche

Salía muy temprano de mi casa, así que mientras caminaba hacia el trabajo decidía que aún había tiempo para pasar antes a una tienda de discos. Entonces, en lugar de seguirme por Veracruz hasta el metro Chapultepec, me desviaba en Zamora. "¿No le parece que es muy temprano para comprar discos?", me decía la empleada. "Bueno, de hecho no voy a comprar nada, ¡pagan hasta mañana!" Salía de la tienda, en la que veía un DVD nuevo de Depeche Mode a ochentaytantos pesos, y me perdía; ya no encontraba la manera de regresar a la Condesa. El rumbo era horrible: cerca de mí alguien golpeaba a una viejita sin ojos que comía en una fonda, un drogadicto no dejaba de molestarme, y nadie en la calle quería darme indicaciones para salir "a Reforma, Insurgentes, Chapultepec o cualquier avenida importante". El drogadicto me molestaba precisamente por eso de "avenida importante" ("las nuestras son más importantes que las tuyas", me informaba enojadísimo). Después de un rato divisaba una estación de metro, pero yo no tenía ni dos pesos para comprar un boleto. Mi cartera estaba vacía, sin tarjetas ni nada. Me metía por debajo de un torniquete, y una mujer policía me descubría. Desperté, y enseguida pensé: "qué bueno que nada dura para siempre, ¡gracias!".

"Mi gata también envejece, envejece. Ya no corre al ver los hilos de coser"


Ay, qué miedo, como que me parezco al tipo (aunque no tanto). Y no precisamente por el talento, pues yo todavía estoy muy lejos de escribir canciones como esta. Un momento, yo no escribo canciones (¿o sí?).

הרבה

No duele porque falte algo, duele porque sobra.

Por los perros que abandonan en la calle


Él me cae un poco mal, la verdad. Pero me gusta. Y de ella, en cambio, estoy enamorado. Bueno, no.

Sobre el Carpe diem et memento mori

Casi todas las mañanas, al despertar, pienso que ese día me voy a morir. Supongo que este es un reflejo común entre quienes solemos "solucionar" las dificultades a priori (o sea, los típicos histéricos que con mañas sacamos fuerza de nuestros hondos y pantanosos egoísmos). Además, segundos después de abrir los ojos, veo un Post-It en el espejo del baño, el cual me invita a disfrutar el día y recordar la muerte. Yo mismo lo puse ahí, no tengo claro por qué. Y después, cuando pedaleo hacia el trabajo, se me ocurre que un coche terminará con mi vida de pronto. Entonces, ¿por qué no me he muerto ya? ¿No se supone que uno atrae las cosas de tanto pensarlas? ¿Será que, precisamente por invocarla a cada rato, la muerte no ha llegado aún? En cualquier caso, prefiero no confiarme ni un solo momento porque yo sé que moriré pronto (siempre es pronto para eso) e inesperadamente. Lo mismo con ustedes. Está claro que todo, excepto el pensamiento y la materia, se acabará súbitamente; así que sólo nos queda sacarle provecho a los días, sin dejar de sospechar de las noches. Como el ladrón que esculca en el bolso ajeno: con un ojo en el botín y el otro en la víctima que se distrae unos segundos. El problema es que este bolso, ni hablar, es de alguien que nunca se distrae.

Hago ¡chas! y la escucho de nuevo


Qué canción tan adictiva, no la escuchaba desde que era niño. Y apenas ayer descubrí que la cantante (una mezcla de Lucerito, Plaqueta y Christina Rosenvinge) es Christina Rosenvinge. Qué impresión.

¿Qué?, ¿vamos?


¡Feliz cumpleaños, Jesús Pacheco!

Despedida de Poch










Viernes en el Marrakech







!יופי

"Deixa les llebres tranquil.les"


¡Cómo me gusta esta canción!

Jun, DJ Puto y yo en el Malva


(Pulsen en la imagen para verla grande.) Te vamos a extrañar mucho, Moli.

Qué buen video, no dejo de verlo


Esto lo saqué del blog de Fran.

Mi sueño de anoche

Yo estaba en una logia masónica, escondido detrás de un pesado cortinaje escarlata. Al centro de la habitación había una espada flamígera que apuntaba hacia el Norte. Entonces, yo entendía que el arca de la alianza se hallaba justamente ahí: en el Norte. Despertaba, todavía dentro de mi sueño, y decidía que viajaría a Escocia para buscarla. Y luego desperté de verdad, y anoté mi sueño detalladamente.

אוכל, בגדים ובית

Aforismos del Talmud

"Gasta menos en la comida y el vestir, y dedícate a agrandar tu casa."

"Cuanto más grande es un hombre respecto a los demás, más grandes son sus pasiones."

"Si un ladrón te abraza, cuenta enseguida sus dientes."

"El hombre que busca agradar a todos debe despreciar supremacías y dominios."

"Sigue a un maestro, consíguete amigos y piensa bien de todos."

Mi sueño de anoche

Mis amigos y yo teníamos un picnic en una isla con una actriz muy famosa que se llamaba Lila Barbieri. Yo era el primero en llegar, y me daba emoción cada vez que alguien aparecía en la playa. Mi mamá también estaba ahí. Luego, de regreso a la ciudad, nos dábamos cuenta de que ese era el día del fin del mundo, o sea el 11 de octubre de 2011. Y de noche, un terremoto sacudía la ciudad. Yo permanecía en la Alameda Central, y de ese modo salvaba mi vida.

Qué canción tan grande


Ay, cómo adoro a Cola Jet Set. Y a los Fresones Rebeldes, por supuesto. Esta canción me recuerda mucho a un entrañable viaje que hice con mi mamá a Madrid, hace algunos años. Qué tiempos, sin cámaras digitales, iPods ni nada. Cada vez que quería escucharla, tenía que reproducirla en mi pensamiento, o ponerla en el discman.

La Insidia

Escuchar la maqueta de La Insidia, el grupo de Javier Aramburu e Iñaki Gametxogoikoetxea, me hace sentir una sensación que no puedo describir con claridad. Como con el disco de Family, pero en versión sonámbula. Las imágenes se suceden, casi inconscientes, y permanecen cerca. Primero una habitación de techos altos, con duela y poco iluminada; limpia, pero olvidada, y llena de nada. Después el estudio de la casa de mis papás, de noche y en silencio, y con la tele prendida a un volumen súper bajo. Y, a partir de ahí, me resulta imposible continuar con las palabras. Quizá si llorara sería más sencillo, pero ese sería un llanto que no podría ocurrir si lo pienso. Estas canciones también huelen, como a licor (¿anís?), naipes y humedad. Y nada más no puedo pensarlas. Por eso este post luce tan absurdo. Me voy a la cama.

Pre boda de Karla y Carles