Los 24 chilangos del año

Hoy salió a la venta la revista Chilango de diciembre (en donde no aparece mi nota sobre Reactor 105, grr, aunque parece que eso será en enero), en la que publicaron una lista con los 24 defeños más chipocludos del 2004, sin ningún orden de importancia.



Ana Claudia Talancón.
Hugo Sánchez.
Paulina Rubio.
Carlos Loret de Mola.
Alfonso Cuarón.
Belem Guerrero.
Gael García Bernal.
Alejandro Soberón.
Guillermo Carro Blaizac.
Pineda y Covalín.
Rodrigo Prieto.
Medallistas paralímpicos (así lo escribieron ellos).
Adrián Fernández.
Enrique Olvera.
Julieta Venegas.
El periódico Récord.
Óscar e Iridia Salazar.
Carmen Aristegui.
Daniel Espinosa.
Lemon Films.
Brozo.
Ricardo Rosales.
Miguel Calderón.
El peje.

Vaya, parece que no conozco a ninguno de ellos en persona, bueno, sólo al periódico Récord. ¿Mi opinión? Sobran Paulina, Daniel Espinosa y Gael García. Y qué bueno que pusieron a Rodrigo Prieto, Julieta Venegas, Guillermo Carro, Ricardo Rosales y al periódico Récord. La sesión de fotos, increíble. Muy buen reportaje de portada.

Opinen.

Pensamiento microbuseril

Si de todas formas, uno termina construyendo su propia realidad, prescindiendo de la objetividad, ¿por qué no inventar un mundo auténticamente audaz, más allá de lo falso/malo y de lo cierto/bueno? ¿Qué diferencia esencial, cualitativa, puede existir entre el pequeño margen de "error" en el que nos movemos cotidianamente y ese rango generoso de diferencia que casi nadie (se) permite? ¿Por qué sólo unos cuantos se atreven a creer en lo inverosímil, en su voluntad de poder? Seres como Nietzsche o Dios deben estar fascinados con ellos, pero el montonal de personas con las que convivimos a diario en el transporte público los odian y los miran con azoro. ¿Lo han notado? Y luego terminan muertos de la risa alrededor de una hoguera. Que se vayan a la mierda, por feos, entrometidos y obtusos. Y nosotros, a lo nuestro. Siempre hay con quién.

In the mood for rest

Fragüemos una mezcla constituida por el The man who wold the world de David Bowie, una tarjeta del Pata Negra, las fotos de mi fiesta en el T Gallery, cincuenta pesos, el casete con la entrevista que le hice al Brujo Mayor, algunas canciones de Fangoria, una caguama, una base para cama matrimonial, el nuevo disco de U2, la grabación que hice con mi amiga Linda y el número telefónico de Hugo. Ensuciemos el resultado con un montón de arroz aceitoso e insípido y luego untémosle una generosa dosis de nostalgia flash forward. He ahí mi primer fin de semana en Ometusco, tranquilo y con un tono similar al de aquella película de Wong Kar Wai que tanto me afectó con su deseo pausado un tres de diciembre. Y de alguna manera, también anoche.

A hard day's lunch

Llegué al cajero y había una tarjeta de crédito adentro. "¿Desea realizar otra transacción?". Una tal Beatriz, que en estos momentos debe estar de muy mal humor, había olvidado retirarla. "No". Salí del cajero, tarjeta en mano, y grité su nombre para ver si la alcanzaba. Altavista e Insurgentes, ya se imaginarán. Una horda de oficinistas volteó a verme. Pero Beatriz no. Subí a la sucursal y me le acerqué a un ejecutivo. Lo que hizo fue destruir la tarjeta. "Oiga, pero mire, ahí dice que la Beatriz esa trabaja aquí atravesando la calle, en el Royal Holiday, vamos a buscarla y se la damos". No me peló. El volumen de mi voz se tornó aún más sonoro, todos voltearon a verme y al ver que no conseguiría nada ahí, salí echando humo. Regresé al cajero y le compré tiempo aire a mi Bobistar. Eso hace dos horas . Aún no tengo crédito. Llamé a servicio a clientes y el centroamericano que me "atendió" no pudo hacer nada. Por supuesto, me encendí. Todo esto en la fila del McDonalds de Plaza Inn, en el que, como siempre, había dos señoritas intentando atender a más de cincuenta personas, todas mirándome y escuchándome. Luego de 15 minutos formado y vociferando, llegó mi turno. "Su tarjeta de débito no pasa, señor". ¡Por Krishna, por Bafomet y por la Santísima Hostia! Volví al cajero, saqué dinero para comer (en otro sitio, claro) y me di cuenta de que me quedan dos peniques de saldo para el resto de la quincena. ¡No lo toleraré!

Pero eso no es todo: anoche ocurrió algo similar en esa cantinita acondesada llamada El Centenario ("no podemos cobrarle si consume menos de cien pesos". "¡pues no me cobre!") y más temprano, con la tipa de la inmobiliaria ("es que tenemos un montón de trabajo, luego vemos". "oiga, pero es que yo soy parte de ese montón de trabajo, ¡atiéndame!") y en la embajada española ("vuelva otro día, señor", "¡pero es que me dijeron que hoy mismo estaría mi pasaporte, yo tengo una vida, no puedo estar viniendo diario!"). ¿Por qué tiene uno que estar peleando con todo el mundo? ¿Será un castigo por no haber donado esa moneda de dos pesos a la tipa de la Cruz Roja que se subió esta mañana al micro? No cooperé porque me dio flojera sacar la moneda del bolsillo, la verdad. La pereza es un vicio que se paga caro, ahora lo sospecho. Terminé comiendo en Las delicias de la Chata, una fonda que está sobre Miguel Ángel de Quevedo, en donde se come muy rico y en la que suelo calmarme, ya que la Chata siempre está de buen humor y me saluda y todo. ¿Por qué no podemos ser todos como ella? ¿Donará ella a la Cruz Roja cada vez que se lo piden? ¿Qué hubiera hecho la Chata con la tarjeta de crédito de Beatriz? Cielos, ahora sé que debí haberle sacado todo el dinero para poder pagar todos los vodkas que puedan beberse mis amigos esta noche en el T Gallery. Quizá así, estaría yo de mejor humor. A saber.

¿Qué personaje de Jem and the Holograms eres tú? Pulsa aquí para descubrirlo.

Sobra decirlo y lo diré

Se agradecerá con creces la presencia de obsequios últiles para mi depto (plumeros, botes de pintura color hueso, velas, trapos para la cocina, revistero, cuadros, barniz, escobas, tijeras, muñequitas de porcelana para la vitrina, una vitrina...) en la fiesta / precopeo de open house que habrá de celebrarse A LAS NUEVE DE LA NOCHE en el T Gallery, a.k.a. Club Izcalli. De cualquier forma, si no llevan nada, seré feliz con su sola presencia.


Una escoba no estaría mal.

Encuesta

Para ustedes, ¿cuál es la mejor caricatura de tooodos los tiempos?

Plop

Locutor: ¡buenas tardes, amiga!, ¿qué broma quieres que le hagamos a tu hermano?

Tipa: ay, estoy bien nerviosa porque mi llamada entró al aire. Mira, quiero que le hablemos a mi hermano y que le digamos que mi papá me volvió a pegar. Ji, ji, ji. Él ya sabe que mi papá me pega, entonces yo creo que sí se lo va a creer, ji, ji, ji.

Locutor: ...

Compañera de trabajo número seis y yo: ¡plop!

Miren al usurpador, pulsar aquí

¡Dios guarde la hora!

Las diez cosas que jamás pensé que me harían falta

1. Una scotch brite. ¿O cómo diablos pensaba lavar los trastes? Un momento: ¿voy a lavar los trastes?

2. Un insecticida. Aunque sea para disimular el desagradable olor a encierro que tiene el departamento.

3. Focos. Imagínenme en la regadera, de noche, mientras un foco se funde. O bueno, mejor no lo hagan.

4. Bicarbonato de sodio. Quesque para que el refri no huela feo.

5. Aceite para cocinar. Pero ahora que alguien me explique cómo abrir el tapón de la botella de Oléico.

6. Destapa caños. A todo se acostumbra uno, menos a dejar de comer. Y a dejar de hacer mucho popó después de comer mucho.

7. Azúcar. Esto impide, sin embargo, que haga uso del cliché de clichés: ir con el vecino a pedirle una tacita de azúcar. Le pediré la tacita sola, al menos.

8. Cerillos. ¿O cómo diablos pensaba prender la estufa? Un momento: ¿pienso usarla?

9. Clavos. Para colgar el sinfín de cuadros que ocultarán las manchas de la pared.

10. Un gatito. Pero no importa, ya encontré uno que es muy juguetón y al que no tengo que alimentar.


Vamos a ver... ¿De verdad me hará falta la cosa esa para limpiar excusados?

Miren lo que llegó al buzón de mi correo

¿Cuál era la verdadera nacionalidad de Jesús?

Existen tres pruebas de que Jesús pudo haber sido judío:
1. Trabajó en el negocio de su padre.
2. Vivió en su casa hasta los 33 años.
3. Estaba seguro de que su madre era virgen y su madre estaba segura de que él era Dios.

Pero también hay tres pruebas de que pudo haber sido irlandés:
1. Nunca se casó.
2. Nunca mantuvo un trabajo estable.
3. Su último deseo fue un trago.

¿O acaso puertorriqueño?
1. Su primer nombre era Jesús.
2. Siempre tenia problemas con la ley.
3. Su madre no sabía quién era su padre.

Pero lo más probable es que fuera mexicano. Existen al menos diez pruebas:
1. Fue condenado mientras que el verdadero ladrón fue perdonado.
2. Cuando lo encontraron muerto estaba en calzoncillos.
3. Sus familiares fueron a visitar su tumba y ya no estaba.
4. Estaba rodeado de pobres y cada día eran más.
5. No pagaba impuestos.
6. Era buena onda con las prostitutas.
7. Durante la última cena que tuvo con sus amigos, no pagó la cuenta.
8. Hizo aparecer más alcohol en una reunión donde sólo había agua.
9. Siempre tenía una explicación para todo.
10. Nunca tenía un peso en el bolsillo.

Y aún hay más: fue secuestrado por la policía, fue golpeado y torturado para confesar que era culpable, fue totalmente incomunicado y un miembro de su banda lo delató con un soborno mientras que otro miembro de su banda negó rotundamente conocerlo.

Ahora sólo nos queda preguntarnos de qué parte de México era originario.

A brand new season

Después de una extensa temporada interpretando personajes secundarios en series de televisión de mediano éxito, hoy comencé a protagonizar el sitcom que los productores de esta empresa decidieron concederme. El primer episodio estuvo cargado de emoción, aunque todavía es muy pronto para conocer el raiting. Para todos los que no alcanzaron a verlo o que no estaban enterados, permítanme redactarles una breve reseña del primer día en mi nueva casa. Sonó la alarma, abrí los ojos, apagué la alarma y escuché unos maullidos lastimeros, por lo que enseguida le abrí la puerta al gatillo del edificio, que loco se puso a brincar de ladito en mi cama, como bailando. Prendí el radio, Santa Sabina. Preparé mi ropa y me metí a bañar, no sin antes poner a funcionar la cafetera de museo que el buen Hugo me obsequió ayer. Los Fresones Rebeldes. Me vestí, apagué el radio y puse música. "Voy a Ser Mamá" con Nosoträsh y "For Lovers" con Pete Doherty y Wolfy. Preparé unos huevos fritos y listo, para fuera. Caminé por Aguascalientes hasta Insurgentes y me enteré de que hoy es el día del peatón. Afuera del metro Chilpancingo tomé el micro que me llevó hasta Altavista en menos de veinte minutos. Amo que antes de las ocho no haya tanto tráfico. Exigiré mi bono de puntualidad en dos quincenas, lo sé. Dios, las quincenas. Ahora me parecen más lejanas que antes.

Quiero agradecer profunda y significativamente a mi familia, a mi tía, a Mode, a mis primos y sobrinos, a Hugo y Alejandro Enríquez, y también a Lorena Hurtado, Karla Landgrave, Gustavo Heredia, Linda e Iñaki, Pepe González, Carlos David y Cheryl, Karla Islas, Sonia y André, las compañeras de trabajo seis y siete, la recepcionista rica y la doctora amable de la agencia, la pandilla basurilla, mis nuevos vecinos y a todas las personas que me han apoyado y que me han ofrecido/otorgado su invaluable auxilio, incluyendo al taxista que me ayudó a cargar la televisión hasta mi nueva habitación, al dueño de la empresa donde trabajo y a mis editores, sin los cuales, no podría pagar la renta. Gracias. Los espero en la fiesta de opening que celebraré este viernes 25 por la noche. No será en el departamento, sino muy cerca de ahí. Para conocer el lugar, llámenme o escríbanme.

Over the river they all go again

Abrí los ojos y la llave seguía ahí, acostada sobre la mesita de noche. Me costó trabajo levantarme de la cama porque ayer fue un día pesado para mí, y aun/aún ahora, tres horas después, no termino de despertar. ¿Qué dirán los horóscopos este día? Soy pobre y estoy nervioso, pero me encuentro contento, pues la llave la tengo en uno de los bolsillos de mi pantalón y pienso estrenarla mañana. ¿Cómo me sentiré durante mi primer día en Ometusco? ¿Estaré demasiado triste? ¿Quizá muy solo? Brr.

Bow bells say good bye to the last train

Este domingo me cambio de ciudad, de estado y hasta de municipio. Ya no viviré en Bruselas, sino en Ometusco. Mi código postal dejará de ser 04100 para convertirse en 06140 y en lugar de invertir cuatro minutos para llegar a la oficina, empezaré a tardarme seis veces más, por lo menos. A partir de hoy, estoy comprometido a pagar por el lugar en el que duerma y tenga mis pertenencias. Despertaré solo, cocinaré solo y dormiré solo. Ordenaré y desordenaré mis espacios como mejor me parezca. Haré el ruido que me plazca y pagaré todos mis gastos, además de que podré recibir visitas y gatitos callejeros. Estoy asustado.

Cuando todavía hacía pucheros escuchando a los Kinks porque no me dejaban salir con mis amigos hasta que terminara la tarea, pensaba en el momento en el que me transformaría en un adulto, en alguien independiente. En aquel entonces, me parecía que pasaría muchísimo tiempo antes de que eso ocurriera. Siempre me imaginé entrando en mi departamento, encendiendo una luz cálida, amarilla, apretando el botón de play del estéreo y dejando mis zapatos sobre el parqué. Ya lo sé: a rather narrow stereotype. Pero ¿qué pueden pedirle a un infante de diecisiete años? No mucho más que a este señor de 24. Por favor.

Indigna hasta el último fotograma

Claro. Hacer un documental es más conveniente porque así no necesitas comprometerte. Además, siempre serás capaz de rellenarlo con escenas onda dramatización de las que bien podrá encargarse alguna actriz semi reconocida y de apariencia izquierdosa. Como Vanessa Bauche, quien parece encontrarse más preocupada por su corrección política y por su discurso de las muertas de Juárez blablablá que en comprender la diferencia entre actuar en teatro y en cine (y que no lo comprenda, se le quitaría lo chistoso). Como documental, Digna hasta el último aliento no sólo no cumple su función esclarecedora, sino que en realidad se dedica a confundir al público, tanto por la terrible labor de edición como por los enredados parlamentos. “Sí, pero es que el tema de por sí es complicado”, me dijo alguien, pero yo no creo que ese sea un motivo válido para meter diálogos como “el subprocurador apeló ante la enmienda del código de Derechos Humanos, a pesar de los amparos conseguidos por la PGR frente a los trabajos de la comisión indigenista”. ¿Quién es capaz de (querer) entender eso? Por ello, no me sorprendió descubrir a dos mujeres con huipil plácidamente dormidas en el cine. Por supuesto que al final de esta apología mal lograda, las vi aplaudiendo hasta su último aliento. Mal actuada, mal editada y mal concebida, esta película no aporta, no entretiene y no se atreve. ¡Mf!


¿Por qué cuando uno teclea "Vanesa Bauche" en el buscador de imágenes de Google aparece esta foto?

De la vecindad al cuarto de servicio y del cuarto de servicio a Melrose Place

Si tuviéramos que escoger las cinco frases hechas más efectivas, "todo pasa por algo" podría ocupar sin problemas la primera posición. Por algo será. Empleando términos más sofisticados, Voltaire diría que vivimos en el mejor de los mundos posibles, aunque a mí me parece que nunca estaremos ciertos. Sólo nos queda confiar. Y confiar es difícil, especialmente cuando se trata de lana. Gracias, Hugo, a tu confianza, podré vivir en el mejor de los departamentos posibles.


Encuentren a Hugo.

El blog de mi hermana, pulsar aquí

Ometusco es una comunidad del municipio mexiquense de Axapusco. Y aunque no lo crean, está a una cuadra de Nuevo León. I just wanted you to know.

Urgente

¡Quiero ir al concierto de Kraftwerk y soy pobre! ¿Alguien me regalará un boleto?

Scary monsters (and super creeps)

"She asked for my love
and I gave her a dangerous mind".
"Scary Monsters (And Super Creeps)".
David Bowie.

Si nos ponemos semi maniqueos, será sencillo darnos cuenta de que casi todas las personas contamos con una parte diáfana y con otra que no lo es tanto. Y dije casi, porque hay quienes no. Existen los que dan la impresión de estar constituidos por, digamos, una sola pieza, aquellos que sobrellevan una vida de verdad convencional. Sus virtudes, vicios, aciertos, desatinos, historias y destinos poseen una pinta muy normal, con la que logran acceder sin broncas en la semiosis de la intrincada maquinaria social, en el ideal clasemediero de vida mexicana o en el guión de cualquier telenovela nacional. ¿De qué manera se conserva el equilibrio en estas personas? Porque el balance se encuentra siempre presente. Yo creo que esa clase de seres humanos mantiene el equilibrio a través de la amargura. Parece que las personas, entre más convencionales son, más agrias se vuelven. ¿Lo han notado?, ¿será por la envidia/fascinación que les provocan las personas duales, contradictorias y en suma más humanas?

Who let the mice out?

Yo: oigan, hoy no vino el jefe. Apliquemos eso de que los ratones hacen fiesta cuando el gato no está, y vámonos ya a nuestras casas.

Compañera de trabajo número seis: pero es que los ratones no se van a sus casas, sino que se quedan ahí mismo a hacer la fiesta, en este caso, en la oficina.

Yo: (gruñido).

Despertando

7:00. Un cóver de los Ramones (grupo favorito de Rulo), una canción de Café Tacvba a la mitad, una banda argentina con sonido bowiesco llamada Los Látigos, un sencillo de Muse y "Tornasol" de La Gusana Ciega en vivo. 7:28. Y yo seguía sin bañarme. En lugar de eso, preferí chutarme la primera hora del primer programa del primer día de transmisiones de Reactor 105. Por eso hoy llegué tarde al trabajo (porque sí me bañé, pero después de la hora acostumbrada). A las 7:32 solicité por correo electrónico que programaran la versión que hace U2 a "Neon Lights". Tal vez eso hubiera ayudado contra esta pegajosa necesidad de despertar por completo. No he bebido café y llevo prácticamente catorce días desvelándome. 9:25. Heme aquí, en Chimalistac, bajo unas novedosas luces de neón, escuchando cómo Raúl y sus com(pañeros)pinches intentan desenfadados dignificar la radio hecha por/para jóvenes defeños que no escuchamos a Belinda. A menos que sea con Moderatto. 9:37 y acaban de poner a Entre Ríos, qué bonita sorpresa. Ya casi me despierto. ¿Qué opinan ustedes de Reactor 105?

¿Vamos?

¿Vioxx? ¡ALERTA! ¡PELIGRO! Si usted o algún familiar tomó el medicamento VIOXX y sufrió infarto o embolia, abogados norteamericanos estarán disponibles para asesorarle sobre sus derechos contra los fabricantes de VIOXX, Merck. El día 20 de noviembre a las 10:00 A.M. en el Fiesta Inn Aeropuerto, ciudad de México. CONSULTA GRATIS, SIN COBRO DE GASTOS, CONOZCA SUS DERECHOS. Confirmar asistencia al 001-713-333-7025.

Este anuncio salió publicado ayer en la página 3C de la sección de Cultura del periódico Reforma.

A mí me produce sospecha. El morbo es la madre de todas las bromas.

Condeclueless

ZAMORA 172

El anuncio: una recámara. ubicadísimo. 2,600.

La verdad: una recámara llena de humedad. en vecindad. 3,200.

CHILPANCINGO 39

El anuncio: suite. una recámara. duela. ubicadísimo. 3,000.

La verdad: cuarto de servicio en la azotea. sin cocina. 28 metros cuadrados. duela jodisísima.

The rise and fall of a shopkeeper

Érase una vez un amable abarrotero llamado Felipe González. Bonachón y servicial, según informan las personas que solían visitarlo en la central de abastos de la ciudad de Aguascalientes. Resulta que un buen día, el señor decide aliarse con el Partido Acción Nacional para contender por la gubernatura de su Estado. Y que la consigue. Y que se convierte de súbito en un déspota en cierne, en un contratista de guardaespaldas y en un obtuso bobalicón, más concentrado en sus negocios que en las necesidades de los acalorados hidrocálidos a quienes deja abandonados antes de terminar su período, ya que renuncia y emigra al Distrito Federal, a la corte de Santiago Creel, mismo que a su vez piensa dejar su puesto en enero para preparar su pre campaña presidencial. Con la única condición, dicen, de que Fox deje al señor González en su lugar. Y es así que con una carrera política de menos de seis años, don Felipe podría convertirse en el segundo a bordo de este país rebosante de Marthitas, Bejaranos y Alatorres. Mf. Aunque usted sí lo crea.

19th Nervous Breakdown

No tengo otra opción: alquilaré un espectacular solicitando un departamento bonito y barato en la colonia Condesa. Urge decidir, pues, un copy que no supere las siete palabras. Hugo ha arrojado ya tres propuestas muy decentes.

"¿Quieres ser Jorge Pedro? Dale tu casa. Teléfono: 04455...".

"J.P. busca hogar. Dáselo ya. Teléfono: 04455...".

"Homeless conde busca Condesa home". Teléfono: 04455...".

¿Alguna otra sugerencia, oh, lectores?

Test interesante, pulsar aquí

Conciencia social

Yo: es que yo no podría vivir en una vecindad llena de familias pobres.

Compañera de trabajo número dos: ¿por qué no, Jorge? A ver, ¿tú ganas más de 25 mil pesos al mes?

Yo: no, claro que no, ¿por?

Compañera de trabajo número dos: pues porque según el INEGI, la clase media empieza a partir de los 25 mil. O sea que tú eres igual de pobre que esas familias.

Yo: ¿o sea que ni siquiera llego a la clase media baja?

Compañera de trabajo número dos: no, así que déjate de tonterías y acepta tu realidad.


Ubicándome en mi realidad.

Pet Shop Boys en México

Me divertí bastante, pero deseo ser sensato: el concierto que ofrecieron ayer los Pet Shop Boys bien podría describirse con la ayuda de epítetos como estándar o regular: una hora con veinte minutos de éxitos, un encore de apenas tres rolas y un grupo abridor re mediocre. Con Moenia, nunca tuve claro si el público exclamaba o reclamaba, especialmente cuando tocaron eso de milcampanassuenanenmicorazón o cuando el cantate gritaba con orgullo: "así es el synth pop hecho en México, yeah". Un bodrio. Belinda hubiera prendido más, me cae.

Quiero que esta reseña sea tan flat y colorida como el ambiente que prevaleció anoche en el Palacio de los Deportes, así que diré que odié que cerraran con "It's A Sin" (¿sabían que existe un cóver de Lucerito llamado "Hojas Secas"?), pero amé que abrieran con "Rent / Flamboyant". Odié que tocaran "Sexy Northener", pero amé la versión de "Love Comes Quickly". Y finalmente, odié haber ido solo, pero amé que al lado de mí estuviera un pintoresco fan from hell ("¡y fuimos a recibirlos al aeropuerto y le toqué la espalda a Chris!"), de/con quien me reí mucho. ¿Mis momentos favoritos? "Where The Streets Have No Name", "Suburbia" y haber visto a Raquel. Me la pasé bien.


Auch, desde que salí del aeropuerto no deja de dolerme la espalda.

In denial

Yo: agh, ¡odio ser pobre!

Compañera de trabajo número siete: no odies ser pobre, mejor odia ser tan ambicioso. Quieres vivir en una vecindad, pero que tu departamento parezca un loft de Polanco. Por Dios.

Yo: no, yo no quiero vivir en una vecindad.

Compañera de trabajo número siete: no creo que tengas otra opción, Jorge.

Yo: mf.

PJ Harvey en México

"Tienes que reseñar esto en tu blog, eh. Bueno, sólo si logramos salir vivos de este guetto". Esas, creo, fueron las palabras que escuché de mi entusiasmado gig mate dos canciones antes de que terminara el tercer encore del recital que Polly Jean Harvey ofreció anoche a la salida del oscuro metro La Viga. Él cantaba, yo movía las piernas, de las rodillas para abajo, y ambos bebimos la suficiente cerveza como para animarnos a gritar: "hurry up, bitch, que nos cierran el metro" o "¡pelo suelto!, ¡pelo suelto!". No sé, como que pensamos que estábamos siendo muy graciosos o algo. Igual y sí lo fuimos porque había un chavo frenético adelante de nosotros que se reía y a quien no dejábamos de alumbrar con nuestros celulares Nakia. También ahí fuimos muy chistosos. Lo que no nos dio tanta gracia fue que PJ y su banda no tocaran "Is That All There Is?", "Love Too Soon" y algunas canciones del Rid of me. Tampoco me hizo muy feliz que mi amiga Mónica me mandara un mensajito a mi celular diciendo "¿qué era eso?", unos minutos después de haberle llamado por teléfono para que escuchara "Down By The Water" en vivo. Grr.

¿Los highlights? La indiferencia de Polly ante el público, el cóver de "That's Entertainment" que puso el DJ antes de empezar el concierto, la virgen de Guadalupe en el vestido de la cantante británica y la interpretación de "Meet Ze Monsta", "To Bring You My Love" y "Who The Fuck?". Ah, y haberme encontrado a Omar y a Linda entre las 1 mil 327 personas que ocuparon el recinto. Vamos a ver cómo me va esta noche con los Pet Shop Boys. Ya les contaré. Claro, sólo si consigo salir con vida del Palacete de Churubusco, afuera del cual pienso adquirir (que no comprar) mucha piratería, yeah.


"¡No estoy loca, no estoy loca, sólo estoy... desarreglada!".

No estoy loco, no estoy loco, sólo estoy de-sem-ple-a-do

El 2004 empezó con una mala noticia. Mala en aquel momento porque ahora sé que las noticias no son malas ni buenas. Se presentan, en todo caso, con un aspecto cómodo o detrás de una apariencia incómoda. Bueno, pues que recibí una noticia inconveniente. Me quedé súbita e inexplicablemente sin trabajo. Un trabajo que me gustaba mucho y en el que ganaba una broma, no huelga decirlo. Estuve muy triste durante un séjour, aunque ya después me dedicaría a tocar con entusiasmo algunas puertas editoriales, sentimentales y hasta masónicas. El frenesí no me abandona ni ahora ni entonces, pero sí que sufrí un rato. Recuerdo, por ejemplo, la mañana del lunes 26 de enero, mi primer dole-day. Deambulé y deambulé, sin rumbo, por la parte septentrional de la colonia Roma y cuando pasé por el centro de Dianética que se encuentra frente a una de las salidas (¿o entradas?) más olorosas del metro Chapultepec, no dudé ni un solo momento y entré. Buscando ayuda. La obtuve y fue gratis. Resulta que me hicieron un examen de personalidad, mismo que arrojó las siguientes conclusiones.

Tengo un 10% de estabilidad emocional, un 80% de depresión, un 10% de serenidad, un 90% de proactividad, un 90% de energía, un 50% de responsabilidad (o de irresponsabilidad, pues), un 10% de autoestima, un 25% de capacidad de acuerdo y un 70% de timidez.

A diez meses y seis días de lo anterior, he decidido pegar en una de las paredes de mi oficina la hojita con los resultados, para no olvidarme nunca de la eficiencia que ofrecen los sistemas de medición cuantitativa frente a los sofismas del afecto. Mf.