El Gallo de Oro
¿La cantina más longeva de la Ciudad de México desde que cerraron El Nivel (Moneda esq. Seminario)? Hay quien opina que el título lo merece La Peninsular (Corregidora esq. Alhóndiga). En cualquier caso el Gallo de Oro (Bolívar esq. Venustiano Carranza), de 1874, es a la que más voy, generalmente en sábado.
Plaza de Santa Catarina
Aquí estuvo uno de los baratillos de la capital novohispana –muchos han leído sobre él en El periquillo sarniento de Fernández de Lizardi. Ahora es una plaza tranquila del Centro con la Parroquia de Santa Catarina Mártir, de 1540, los apoyos del antiguo Paseo de las Cadenas y un monumento a Leona Vicario. Este año la remodelaron.
Camisería Bolívar
Más de 100 años ahí y yo nunca había entrado. Pasé un par de horas probándome de todo y comprando suéteres, chamarra, guayabera. Me hicieron descuento. Volveré pronto para hacerme una camisa. Si a alguien le interesa conocer, están en el Pasaje Iturbide, en el Centro Histórico. Es un gran lugar para dar y darse regalos.
Seminario
Una de mis calles favoritas, en pleno Templo Mayor. Es una zona antigua de la ciudad española: por aquí se construyó la primera iglesia. Más tarde la universidad, El Nivel y hasta El Cardenal. Ahora tacos de canasta, librería, Fundación Herdez. Me gusta imaginar el aspecto del baratillo menor que hubo en esta plazuela de la Cruz del Factor.
Lucy
Apenas se le distingue en esta foto, en la que sí se ven su marido César y un poco del hijo Mateo. Nos despedimos en el metro luego de horas de desayuno, compras, comida y visita a mi departamento. Me enteré de que la tienda de Louis Vuitton era la casa de su abuela. Quién sabe cuándo volvamos a vernos. Mucho amor para ustedes.
San Sebastián Atzacoalco
Este sector de México-Tenochtitlan –acaso el más popular– constituye un pedazo considerable al Nororiente del Zócalo. En el siglo XX funcionó como judería. Lo caminé para tomar fotos, pero maravillado por lo que hallé olvidé muchas veces que traía la cámara, así que sólo conseguí cinco –pueden verse a partir de aquí.
De las habitaciones
"Había y hay todavía en esta ciudad muy hermosas y muy buenas casas de señores, tan grandes y con tantas estancias, aposentos y jardines, arriba y abajo, que era cosa maravillosa de ver. Yo entré más de cuatro veces en una casa del señor principal, sin más fin que el de verla, y siempre andaba yo tanto que me cansaba, de modo que nunca llegué a verla toda. Era costumbre que a la entrada de todas las casas de los señores hubiese grandísimas salas y estancias alrededor de un gran patio; pero allí había una sala tan grande que cabían en ella con toda comodidad más de tres mil personas. Y era tanta su extensión que en el piso de arriba había un terrado donde 30 hombres a caballo pudieran correr cañas como en una plaza."
Fuente: El conquistador anónimo (Editorial América, 1941).
Sobre los aztecas
"Todos los de esta provincia de la Nueva España, y aun los de otras provincias vecinas, comen carne humana y la tienen en más estima que otros alimento, tanto que muchas veces van a la guerra y ponen sus vidas en peligro sólo por matar a alguno y comérselo. Son comúnmente sodomitas y beben sin medida."
Fuente: El conquistador anónimo (Editorial América, 1941).
Abel Quezada
Mis papás tenían un librero en su vestidor. Ahí descubrí de niño El mejor de los mundos imposibles. Entendía poco, pero me divertía mucho. El sábado, y también el domingo, visité la exposición en el Museo de la Ciudad de México y reviví aquella diversión, esta vez con mayor entendimiento. La recomiendo un montón.
Sábado en el Centro
Me gusta pasear después del servicio de Shajarit. Esta vez caminé a la Plaza de la Aguilita para escuchar a una sonora, luego Emilie me alcanzó en el Museo de la Ciudad de México y vimos las dos exposiciones. Más tarde disfrutamos mucho la comida en El Gallo de Oro. Qué bonito Shabat. Las fotos a partir de aquí.
Editorial Mapas
Aquí trabajo desde junio de 2008. Mismo salón, excepto por un par de meses que ocupé un lugar en el área de la revista Gatopardo. Varias personas se han ido y llegado, pero acá siguen las computadoras, el jardincito y las ganas. Gracias a mis jefes y colegas por las enseñanzas, y sobre todo gracias a Di-s por poner esta editorial en mi camino :)
Tacos Gus
Empecé a ir seguramente por moda. Tres o cuatro años después los tacos que preparan Gus y sus ayudantes forman parte de mi vida cotidiana, especialmente ahora que también hay a la parrilla. Qué delicia estos de bistec. Tacos Gus está en una cochera de la Plaza Citlaltépetl, también llamada "de los chocolates" –a saber por qué.
Ibero 90.9 FM
He ido tantas veces. Me encanta la cabina, y ver a Uriel. Esta vez fui a presentar 'DF con historia' (Editorial Mapas, 2011), libro del cual me siento orgulloso. Dabid se refirió a mí como cronista de la ciudad, me puse colorado y me lo creí momentáneamente. Ahora siento la responsabilidad de conocer mejor mi ciudad, y amarla más.
Reactor 105.7 FM
En la foto la guapa Cova y un pedazo de José Antonio. No Golfo ni Cuadros porque quizá no les guste que alguien los exhiba en un blog. Sirva esta entrada para agradecerles por la oportunidad de participar cada martes a las 19 horas en su programa "Los de la tarde". Pronto cumpliré dos años con ellos. Gracias, pues.
Beth Israel Community Center
Comienza el sexto día de Janucá, y el rabino Finley nos muestra la manera correcta de encender la janukiyá. Su esposa e hijo nos acompañan gracias a Skype. Adoro el judaísmo, el movimiento masortí, mi comunidad y sobre todo a los que formamos parte de ella. Anoche soñé que llegaba el 16 de enero, fue y será tan hermoso.
El águila y la serpiente
"Llegaron entonces allá donde se yergue el nopal. Cerca de las piedras vieron con alegría cómo se erguía un águila sobre aquel nopal. Allí estaba comiendo algo, lo desgarraba al comer. Cuando el águila vio a los aztecas inclinó su cabeza. De lejos estuvieron mirando al águila, su nido de variadas plumas preciosas. Plumas de pájaro azul, plumas de pájaro rojo, todas plumas preciosas, también estaban esparcidas allí cabezas de diversos pájaros, carras y huesos de pájaros."
Fuente: Crónica Mexicóyotl en Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares (Fondo de Cultura Económica, 1961) de Miguel León-Portilla.
Sobre el arte (de beber gratis)
Ciertamente no poseo las credenciales para hablar del tema. Ni beca del Fonca ni apellidos grandilocuentes ni discursos de autenticidad evidenciados en peinado, tono de voz o atuendo. Tampoco un pedrigree cultural. Sólo la simpatía y una barba que hace las veces de lentes de pasta. Ustedes entenderán, pues, que no me atreva a hablar de un fenómeno que únicamente he visto desde la banqueta y con las palmas contra el cristal: las galerías de arte. Pero ¿qué tal la vida nocturna en las galerías de arte? Esa sí la conozco re bien y de cerca, tanto como lo está el hígado de mis labios. Ahora mismo los uso en la cantina El Gallo de Oro para reponerme del dineral que gasté hace un rato en libros –esa tramoya en extinción que se muestra cada vez menos necesaria para tantos creadores de arte contemporáneo que suelo toparme haciendo fila en la barra de una galería. Y no es que los juzgue; yo estoy igual. Acaso la sangría tan rica que sirven aquí es la que me permite vislumbrar el futuro próximo: más tarde terminaré en una fila así. Claro que sí. Posiblemente en el duodécimo piso de Eje Central 13, en el estudio de una guapa artista de nombre puro, que lo inaugura con un showcito entre amigos. Llegaré invitado por un amigo en común para disfrutar de la vista nocturna hacia el Sur, el Poniente y aquí cerquita la esquina del imaginario Super Leche. Ella golpeará una tarola y cantará mientras su colega repite acordes en escala menor. Usará una capa con su nombre impreso, la cual saldrá por la ventana y llegará casi hasta los peatones. Las paredes con fotografías y lienzos con frases en inglés en los que pocos reparan. Yo desde luego seguiré bebiendo, sin pagar gracias al concomitante patrocinio de alguna marca de cerveza. Me pondré rojo e imprudente y saludaré a todo el mundo. Desde ya dudo que alguien corresponda mi sonrisa, conozco a estas personas; puede ser que en este ambiente una sonrisa no resulte apropiada o que tanta barba la sofoque. El after en casa del amigo en común, a un par de cuadras de acá. Más alcohol. Y gratis. Me doy cuenta de que cada vez que piso una galería o asisto a un evento así acabo borracho. Incluso en kurimanzutto, en donde inauguran de día –benditos ellos. Evoco desde este gabinete, acompañado por una cubita con limón, tantas fiestas en Yautepec Galería, a veces hasta con tacos al pastor, o las borracheras en Luis Adelantado México, entre tantos jorgepedros que ni pío de arte ni pío de vergüenza. Todo gratuito. ¿Son las galerías de la Roma, San Miguel Chapultepec y aledañas las nuevas barras libres? Sí, tal cual. Entonces, acá en El Gallo de Oro, me asalta una pregunta que tal vez varios de ustedes ya se formularon hace renglones, y no es precisamente: "¿Qué hago en una cantina si puedo beber gratis en alguna galería?", sino más bien: "¿El problema son las galerías o soy yo?". Son los libros, amados lectores. Y ningún problema, que conste.
Publicado en la columna Sic transit gloria noctis de la edición de noviembre de 2010 de la revista Dónde Ir.
Intercambio
De Navidad, y también de Janucá. En la foto parece que Wookie le mira las pompis a Gaby, pero no. Él vive enamorado de Tamara, en cuyo departamento nos reunimos a repartir y recibir regalos. Me tocaron un juego de copas y un muñeco de peluche. Yo acudí al tianguis de la Doctores. Qué padre vivir enamorado. Fotos a partir de acá.
Janucá
Hermosa tarde, hermosa compañía. Luego al templo: encendido de la primera vela, canciones alegres y comida rica. Después una visita a la Moishe House, en donde hice entrega de un árbol. En el departamento estrené mi Janukiyá antes de dormir. Fortina sorprendida y feliz. Más fotos a partir de aquí. Jag januca sameaj!