Me he vuelto un viejo musical
Estoy más pasado de moda que el Myspace. Y desde hace algún tiempo. Resulta que las fiestas de Sicario, los eventos del Pasaje América, la programación de Ibero 90.9 y los festivales que organizan las marcas de alcohol y cigarros no me atraen en lo absoluto. A algunos de mis amigos sí, y mucho. Van a los conciertos, beben, bailan y se la pasan genial. Pero yo no conozco a esos DJs, y cuando lo intento únicamente percibo un interminable y machacante bum, sh, bum, bum, baby, baby, bum, bum, sh, bum y bum; siempre en inglés y con letras decorativas. Me choca gastar tiempo y dinerillo en espectáculos que me impiden conversar. Además, yo no bailo ni nada. A mí me gustan las canciones que hablan acerca de las cosas importantes, y las pláticas entretenidas con la gente que quiero; también ver películas en mi casa. Yo soy más como el Twitter: pasado de moda desde el origen.
"Una tienda de animales, ¡eso es mucho más triste!"
Me pone melancólico pensar en la remota infancia de mi mamá (ayer me contó que durante su primer día de clases en Manresa le dio vergüenza admitir que ella era la única castellana de su salón, por lo que tuvo que chutarse todos los cursos en catalán, así aprendió a hablarlo, y luego el patué cuando vivió en la parte aragonesa de los Pirineos; qué historias), y en que un día me voy a morir (no quedará nada, ni mis dedos ni mis gestos ni los recuerdos de mi mamá, sólo una inerte esencia mineral producto de la descomposición), y en aquella tarde con nieve en la que me quedé encerrado en un museo del barrio judío de Jerusalén (mis gritos de auxilio súper inútiles, nadie me escuchaba, estaba más solo que nunca, y lo peor: por gusto propio), y en las espantosas madrugadas en Notmusa autorizando las pruebas de color de una revista babosa (en los tiempos muertos, muchos, veía mis episodios favoritos de Alejo y Valentina), y en la central de autobuses de Querétaro (ese nudo en la garganta, y el autobús que se alejaba, y el olor a baño, y la carretera tan soleada; vaya sensación intensa), y en este viernes-sábado-domingo tan gris (reseñando tiendas de animales en la oficina, solo y agotado, y escuchando a Kiev Cuando Nieva; qué grupazo). Pero evitaré escribir que no hay nada más triste que lo mío. "Con los perros dando vueltas en sus jaulas, y los gatos dando vueltas en sus jaulas; no hay nada más triste que una tienda de animales."
Deslumbrado
Me recuerdo en la antesala del דביר, advirtiendo la oscuridad de los destellos, y tiritando de miedo mientras esperaba al guía que tarde o temprano me presentaría los destellos de la oscuridad. Aún sigo impresionado. ¿Será que los secretos de la vida habitan en la muerte?, ¿acaso sabe alguien qué le ocurre al Sol por las noches?
Estoy oficialmente enojado
Por fin he decidido enojarme con las personas que se pasan de listas conmigo, que no me respetan como yo las respeto, que procuran hacerme daño cobardemente, que hablan mal de mí sin que lo merezca y que intentan verme la cara. Ha llegado la hora de exigir lo que ofrezco, porque de plano ya no soporto más esta angustia. Para ser franco, estoy enojado con la mayoría de ustedes (y también conmigo). Al resto los amo, claro.
Qué buena pinta
Hoy estaba un poco triste
Pero, en el momento más oportuno, Dorian pasó por mí para ir a cenar, y cenamos riquísimo y platicamos muy padre. Después, de regreso al departamento, me encontré a Tomás cerca del Sumesa; y hace rato Denisse me mandó un mensaje muy bonito al celular. Dios debe quererme mucho. Y, de hecho, por eso me pone a prueba (yo también lo quiero a Él, y por eso resisto tan contento). Y al final recibo una recompensa que, en cualquier caso, nunca espero. Como cuando de adolescente, durante un verano súper aburrido, aprendí a tocar la flauta y decidí componerle una cancioncita a Dios. Así que abrí la ventana, todo inspirado, y la toqué mirando al cielo. Pronto una vecina gritó que me callara, y entonces yo pensé que Él no quería mi regalo. Pero un buen día capté que sí, y que su mensaje había sido: "insiste". Ese día, lo confieso emocionado, es hoy.
Ayer me contó Llesi que Post Pastel ya no existe, y yo odié la noticia
De verdad creo que ellos son, o fueron, el mejor grupo del DF (o al menos de Cuautitlán Izcalli) durante el año pasado.
La nueva canción de Guille Milkyway
Es un jingle para Nesquik, pero igual está buenísima. Descárguenla aquí.
¡Una purquería!
He visto este video decenas de veces, y no puedo parar (atención con los momentos 1'07'', y 1'53''). Y apenas hoy me enteré que "La Revolución Sexual", de La Casa Azul, está dedicada a ella. Qué maravilla.
Mis palíndromos
Es el aroma amoral ese.
Seca hoja, ajo haces.
Ratón, ¡a anotar!
La mina de ese Ed animal.
No, el oro me mata de sed; de sed átame, Moroleón.
Azar, es, ay, azar; ya sé, raza.
Oro, Ed, sedes de oro.
Átame, me mata.
Nave, motor o casa, a saco roto me van.
!S.O.S., oro! Los odio, oídos olorosos.
Seca hoja, ajo haces.
Ratón, ¡a anotar!
La mina de ese Ed animal.
No, el oro me mata de sed; de sed átame, Moroleón.
Azar, es, ay, azar; ya sé, raza.
Oro, Ed, sedes de oro.
Átame, me mata.
Nave, motor o casa, a saco roto me van.
!S.O.S., oro! Los odio, oídos olorosos.