Cuando empecé a tomar en serio la decisión de convertirme al judaísmo esta sinagoga de 1952 en la calle 5 de Febrero, en la colonia Álamos, se convirtió en una peculiar obsesión. Desde entonces he ido a servicios de Kabalat Shabat tres o cuatro veces. La congregación es hermosa, igual que la arquitectura del templo. La foto me la pasó Mónica Unikel.
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