"Francisco Javier Clavijero (1731-1787) es el cronista de este primer acto de peregrinación de un pueblo, el mexica, que en el año 160 E.C. inicia su ingreso al escenario de la historia: 'Había entre los aztecas un personaje muy autorizado llamado Huitziton, y a cuyo dictamen y superiores luces deferían mucho los demás. Este se había empeñado, no sé por qué causas, en persuadir a sus nacionales la transmigración de su patria a otro país. Andando en esos pensamientos, oyó casualmente cantar en las ramas de un árbol a un pajarillo cuya voz remedaba el sonido de la palabra tihuí, que en lengua mexicana significa vamos. La pareció esta buena ocasión para lograr su intento. Y así llamando a otro hombre de distinción nombrado Tecpaltzin, lo llevó hacia el árbol donde solía cantar el pajarillo, y le dijo: ¿No habéis adivinado, amigo Tecpaltzin, lo que esta avecilla nos está diciendo? Este sin duda es aviso de alguna oculta deidad que se interesa en nuestro bien. Obedezcamos, pues, a su voz, no sea que nuestra resistencia atraiga su indignación contra nosotros'."
Fuente: Anatomía de la Ciudad de México (1973) de Héctor Manuel Romero.
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