Me llamo Jorge y soy alcohólico (y no sé patinar sobre hielo)
No pasé a la tribuna, así que me evité soltar la frase frente a las cinco personas que también participaban en la junta. El mandamás leyó un texto introductorio sobre los valores de Alcóholicos Anónimos, y entonces nos aplaudieron por ser los nuevos en el grupo. Enseguida, un compañero narró con inesperada grandilocuencia sus francachelas de juventud, y acto seguido Ángel y yo nos disculpamos para dirigirnos al Bar Alfonso. Aunque no a beber porque ambos hemos dejado el alcohol, al menos desde el sábado (mi cuenta de Sober Social lo constata). La reunión en Motolinía 22 estuvo simpática, es sólo que los miembros del grupo son como de otro tiempo y dicen muchas groserías, además de que la mayoría fuma. No sé, como que yo busco algo más en un grupo de autoayuda. Me sentí más cómodo esta mañana, por ejemplo, en la pista de hielo del Zócalo. Cuánta alegría colectiva. No sé por qué hay personas que se quejan, ¡es súper divertido! Mucho más que beber y que ir a un grupo de AA.
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