Como un local (sin acentos)
Hoy volvi a llorar. Esta vez a causa del mar y no de la religion. En el hotel (adios a los hostales y hospicios, por fin) me prestaron una bicicleta. Asi que recorri Dizengoff, King George, Frishman, Allenby y, en general, todo el centro de Tel Aviv. En verdad todo, solo que esta vez sin la ayuda de un mapa. Asi que despues me fui a Tayelet a mirar el mar. Una vez ahi, me detuve y llore; tal cual. El paisaje y la alegria de la gente me conmovieron mucho. Entonces, encadene la bici y camine descalzo sobre la arena durante un monton de minutos. El clima aqui es mucho mejor que en Jerusalen, aun en invierno. Y eso me pone de buenas. Incluso me meti al mar, pero solo hasta las rodillas. Luego regrese al centro para conocer el centro comercial mas importante de la ciudad; en realidad es pequeno y no tiene nada de especial, asi que me quede ahi poco tiempo (solo le compre un regalito a Milo; algo pequeno, como el). Como tenia sed, hice una escala cervecera en una callecita llamada Masaryk, en donde me puse borracho yo solo (jijiji) y con una cerveza (jojojo). Enseguida le llame a mis papas y me puse a pedalear super rapido por Dizengoff. Me sentia el dueno del mundo, y de hecho lo era. Todavia ahora me parece que lo soy. Dueno de mi mundo, pues. Y mi mundo en este momento significa pasarla bien en Tel Aviv, cosa que resulta muy facil con la ayuda del Center Hotel, ubicado en la plaza Dizengoff, que es toda Bauhaus. Que hotel tan bonito, que ciudad tan bonita y que vida tan bonita. La mia. La de aqui y la de alla. Soy muy feliz. Al rato me ire a celebrar tanta felicidad al Max Brenner, en donde me bebere un par de bebidas de chocolate y quiza pruebe la pizza de chocolate. Quiero olvidarme de lo malo, y lo malo en este momento significa la mala administracion del Old Jaffa Hostel, la cual me hizo perder mi reservacion en Iafo. Pero mejor, pues unicamente asi decidi venirme a este hotel. Manana tengo un desayuno conmigo mismo en el Cinema Hotel, un auto tour por la white city y una cita conmigo mismo para comer en un lugar que recomienda la guia Wallpaper, en la calle del rey Salomon. Y al final del dia ire a un cafe a seguir leyendo el Coran, el cual me esta gustando mucho. Amo estar solo. Y que la gente crea que vivo aqui (una bicicleta lo cambia todo) y me pregunte cosas. Yo, desde luego, respondo sin empacho con el poco hebreo que hablo. Pero me entienden. Y yo entiendo que me entiendan, pues gracias a este viaje ahora me parece que todo es mas sencillo de entender. De eso se trata todo: de entender. Me entienden?
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