No huelo mal, no estoy viejo, no sudo mucho, no tengo deudas, no soy malo en mi trabajo, no soy pobre, no escupo cuando hablo, no tengo pecas, (ya) no uso suéteres de rombos, no finjo que tengo sexo con todas las tipas del mundo (de hecho, no lo tengo con ninguna), no voy al Pata Negra, no digo 'reven', no tengo acné, no me mantienen, no digo 'comistes', no tengo hemorroides, no tengo caspa ni me relamo el pelo con gel.
Pero hay algo que algunas personas no soportan de mí y eso es:
¡MI GIGANTESCA PANZA!
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