Gracias a priori
Hoy recibí un par de llamadas telefónicas que me alegraron el día. Una de Chuy y otra de Moyra, ambos entrañables amigos en el exilio. Qué bien se siente cuando alguien con quien has perdido el contacto, aunque no el sentimiento, te llama. También me puso contento que mi familia marcara a la casa anoche y esta mañana. Exhorto a aquellos que me aprecian y a quienes hace tiempo no veo a que me llamen al celular o escriban un mensaje electrónico, me dará un montón de gusto.
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