Vengeance is a dish best served cold

Ayer fui a ver Kill Bill y me la pasé increíble. Sin embargo, no creo que sea PARA TANTO. Pareciera que Tarantino se encuentra atrapado en un amaneramiento de estilo que a veces me incomoda un poquillo, pero sólo un poquillo. Hay algunos huecos en el guión, que seguramente quedarán resueltos cuando salga la segunda parte, además de que el ritmo va desarreglándose conforme se acerca el final. No obstante, el combate entre la chino-japonesa-americana versus la americana samurai, con música flamenca de fondo, me hizo muy feliz, tanto que ya compré mi copia pirata para mirar esa secuencia una y otra vez. Amo a Uma Thurman, aunque no tanto como a la colegiala japonesa que lucha con ese yo-yo gigantesco.