Es evidente que mejoró como zona de consumo para los que anticiparon el negocio con tino, sin embargo ¿qué puede decirse sobre los consumidores y vecinos? ¿Es la colonia Roma una zona de entretenimiento más digna que hace, digamos, dos años, cuando comenzó su proceso de aceleración comercial?
El tránsito de dinero –y coches– sucede sobre todo en la avenida Álvaro Obregón, inaugurada en los albores del siglo XX con el nombre de avenida Jalisco para funcionar como arteria principal de la zona a la que se mudaron Adamo Boari, Cassius Clay Lamm y por supuesto el general Obregón. Pero también se han abierto antros y bares en Orizaba, Mérida, Chihuahua, Zacatecas. Puedo entender la gentrificación de una colonia, lo que me cuesta trabajo es lidiar con los misteriosos designios que la orillan al fracaso social. O ni tan misteriosos. Ojalá a la Roma –me refiero sobre todo a la Roma Norte– no le suceda lo que a la Condesa, o a la Zona Rosa en su momento. No obstante resulta difícil permanecer optimista. Las señales de decadencia saltan a la vista: los cadeneros en la Licorería Limantour y La Casa Roma –magníficos lugares ambos–, así como los precios altos en el Rhodesia, por ejemplo. O la proliferación de valet parking y taxis ilegales, o los accidentes automovilísticos cada vez más frecuentes en las madrugadas. Ya no hablemos de la basura.
Me parece saludable este resurgimiento de la vida comercial en la Roma, sólo anhelo que la instalación de locales nocturnos, y también diurnos, tuviera que ver con las necesidades reales de la zona. ¿Qué hace un antro como Sátiro en Álvaro Obregón?, ¿de qué maneras contribuye el Brick al bienestar vecinal?, ¿cuál es la relación del M.N. Roy con los negocios que sobreviven en las inmediaciones?, ¿con qué derecho en algunos lugares ejercen la discriminatoria práctica de la cadena? La pregunta que más inquieta es si a la delegación Cuauhtémoc le importa el deterioro que sufre la colonia a varios niveles a partir de otorgar tantos permisos para vender alcohol. Soy optimista y estoy seguro de que sí. ¿Quieren ayudar a que los empresarios inyecten dinero a la colonia? Bien. Únicamente hay que recordar que atraer dinero no es suficiente. Un empresario valioso es aquel que, además, opera con responsabilidad.
Me parece saludable este resurgimiento de la vida comercial en la Roma, sólo anhelo que la instalación de locales nocturnos, y también diurnos, tuviera que ver con las necesidades reales de la zona. ¿Qué hace un antro como Sátiro en Álvaro Obregón?, ¿de qué maneras contribuye el Brick al bienestar vecinal?, ¿cuál es la relación del M.N. Roy con los negocios que sobreviven en las inmediaciones?, ¿con qué derecho en algunos lugares ejercen la discriminatoria práctica de la cadena? La pregunta que más inquieta es si a la delegación Cuauhtémoc le importa el deterioro que sufre la colonia a varios niveles a partir de otorgar tantos permisos para vender alcohol. Soy optimista y estoy seguro de que sí. ¿Quieren ayudar a que los empresarios inyecten dinero a la colonia? Bien. Únicamente hay que recordar que atraer dinero no es suficiente. Un empresario valioso es aquel que, además, opera con responsabilidad.
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