Como muchos defeños voy sólo cuando existe un motivo específico. En este caso una visita a un antro llamado Étage para reseñarlo en la revista Dónde Ir. Me acompañaron dos queridos amigos. La indicación para llegar parecía sencilla: "Frente a las Torres de Satélite". Tomamos un taxi hasta ese punto. Nadie supo darnos razón sobre el lugar. Averiguamos gracias a Google que teníamos que dirigirnos a Plaza Satélite, así que abordamos un microbús. Luego caminamos por el túnel en el que tomamos la foto. Había pasado una hora cuando finalmente llegamos. Otra hora afuera del antro, que era horrible y en el que nos trataron mal. Escapamos pronto en otro microbús –lo conducía un menor de edad que escuchaba a La Banda Bostic y a Sam Sam a un volumen terrorífico– que se detuvo en el metro Chapultepec. Terminé exhausto.
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