David
Cada vez que paso por Álvaro Obregón y Medellín, en la Roma, pienso en el hijo más pequeño de Ishai, el pastor que venció a Goliat, el que causó la muerte del esposo de Batsheba, el que dijo: "Abre mis labios y mi boca proclamará tus alabanzas", el padre de Abshalom y de Shlomo; y también en la tortería de Las batallas en el desierto.
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