"Los rabinos han enseñado que hay tres voces que pueden ser oídas desde un extremo al otro del mundo: el sonido que emite la esfera del Sol, el zumbido y el estrépito de Roma y el grito de angustia que profiere el alma cuando abandona el cuerpo; pero los rabinos han rogado para que el alma pudiera verse libre de dicha tortura y por ello este grito de terror jamás ha sido oído."
Fuente: Tratado Yoma 20b del Talmud.
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