Tepic


"Se llama Tepic ¡porque te pica el ombligo!" fue mi explicación favorita. Y el mejor momento: subir el Cerro de la Cruz. Qué bien comimos en el Vaqueros, un botanero "100% familiar", pero con show medio travesti. Hermosa la vista desde el hotel, inquietante el Bar Nayarit y simpático el ataque de risa sobre Acaponeta. Añoro la Tracker.