¿Los primeros? El adjetivo es delicado. En el Valle de Anáhuac hay judíos prácticamente desde que llegó Hernán Cortés. Yo me refiero a los primeros integrantes de una comunidad judía en el DF. El antecedente más temprano tiene que ver con la reunión de varios damascenos en el templo masónico de Donceles 14 en junio de 1912. A partir de entonces comenzaron a juntarse, según el libro Historia de una alianza (Comunidad Monte Sinaí, 1999), en varios sitios del actual Centro Histórico: San Juan De Letrán 5, Leona Vicario 24, Jardín De La Santísima 11 y otros. El nueve de septiembre de 1923 se fundó el templo de Justo Sierra 83. Y desde entonces, por fortuna, no han parado. Y no sólo los de Damasco. A continuación reproduzco algunos testimonios publicados en el libro citado anteriormente. Son en verdad conmovedores.
"Cuando vivíamos en Damasco había un jovencito que era mudo y muy pobre, trabajaba de bolero. No obstante, en Sucot ponía una mesa muy bonita y hacía señas a todos los que pasaban para invitarlos a comer y beber." L.P. 1995.
"Vinimos a México mis hermanos, mi mamá y yo. Mi hermano mayor ya vivía aquí desde hacía unos años. Yo tenía dos cuando él salió de Damasco, así que no lo conocí. Al llegar a Veracruz le pregunté a mi mamá cómo lo reconocería. Ella me dijo que buscara a un joven bien vestido y con el pelo chino y gritara: '¡Zaki!'. Él nos iba a reconocer."
S.S. 1994.
"En la Decena Trágica [...] mi papá [...] salía a escondidas para darles comida a los paisanos que no tenían." S.B. 1996.
"Me agarraron los de Villa y me dijeron: '¿Quién vive?'. Como yo no sabía si eran de Villa o de Carranza, me salió decir: '¡Vive México, gente buena!'. Y con eso me salvé." J.H. 1983.
"En tiempos del general Calles [...] el gobierno rechazaba todo lo que tenía que ver con la religión. Cuando en 1928 fuimos a pedir autorización a la Secretaría de Gobernación para llevar a cabo los rezos de Rosh Hashaná y Yom Kipur, el oficial mayor dijo que no podían otorgarnos el permiso por escrito, pero que hiciéramos nuestros rezos y ellos nos protegerían." A.D. 1994.
"Mi papá siempre nos contaba acerca de su hermano. Perdieron el contacto cuando se enlistó en el ejercito en Líbano [...] Mi papá emigró a México y formó aquí su familia. Un día yo estaba en la tienda y de pronto entró un señor [...] Me dijo que era hermano de mi papá. Corrí emocionadísima a la trastienda para avisarle que su hermano había aparecido. Luego me enteré que se trataba de un hermano... de la Masonería." R. G. 1995.
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