Nacho Vegas en El Lunario

La locura se desató poco a poco. Primero todos muy serios y asombrados por Christina Rosenvinge, que interpretó "Animales Vertebrados" a solas y con un piano eléctrico. Súper sexy en un vestido negro. Luego, guitarra en mano, confesó que "Muertos O Algo Mejor" la había escrito pensando en México y que ya tenía ganas de venir. "¡Pues ahora no te vayas!", gritó alguien. Así empezaron las exclamaciones. "¡Te amo!", la más común. Y se entiende. Para "La Distancia Adecuada" la acompañaron batería y bajo; daban ganas de oír a Nacho en los coros. Y para terminar "Anoche (El Puñal Y La Memoria)". Ninguna en inglés. Prenden las luces. Mucha gente con lentes de pasta. Oscuridad otra vez. Un Nacho inmóvil empieza con "La Plaza De La Soledá" y después reaparece Christina para "Junior Suite". Las más celebradas: "Morir O Matar", "Dry Martini S.A.", "Que Te Vaya Bien, Miss Carrusel" y "El Hombre Que Casi Conoció A Michi Panero" (risillas de guitarra y bajo cuando Nacho confunde el orden de los versos), con la que se despidieron. Ovaciones a morir. Nadie en la barra. Volvieron dos veces, con "Ocho Y Medio" y una que Nacho le dedicó al osado que encendió un cigarro. De pronto descubro que varias canciones de Nacho son valses. Me encantó escuchar "El Ángel Simón" con los arreglos del fantástico Abraham Boba y una batería contundente. Así terminaron. A lo largo del concierto Christina apareció tres veces para cantar temas en los que era difícil que destacara su voz, además de que su micrófono sonaba a un volumen bajo. Pero igual era bonito verla ahí, sonriente y cadenciosa. Me sorprende no haber oído "Lole Y Bolan (Un Amor Teórico)" ni "No Lloro Por Ti", a pesar de que pudieron aprovechar a Christina. Pero lo más raro es que no hayan tocado "En Lugar Del Amor", la canción mexicanoide de El Desastre Manifiesto (Limbo Starr, 2008). Qué emocionante escuchar a alguien que canta sobre asuntos importantes, de manera imaginativa y en el idioma de uno. Tres fotos malillas a partir de aquí. Y qué bonito esto.