2006
El sábado vi esta revista en Tepito. Entonces pensé en deshacerme de los ejemplares que conservo. Hoy no existen más esas cajas de huevo, los frascos ni tampoco los lentes oscuros. La vida se lo lleva todo. Y yo, esperando mi turno, continúo en un Tepito solipsista en donde lucho por crecer todos los días. Pero cómo duele, eh.
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