Mi yaya

"¡Pero qué voz de mexicano tienes!", soltó antes de despedirse. Entonces dijo que le había gustado hablar conmigo y que ella sabía que yo la quería. Por supuesto que sí. Con todo y que llevábamos años sin estar en contacto. Hoy platicamos sobre mi mamá ("salió igual de mandona que el yayo"), José Ignacio ("es un hombre muy bueno que no se va de gamberro a los bares"), Mayte ("es muy maja y cariñosa"), Mollina ("no es cualquier pueblo, te va a gustar") y otros temas. Los primeros 15 o 20 minutos ella pensó que yo era mi papá, y cuando supo que en realidad estaba hablando con 'Jorgito' se emocionó mucho. "¡Te ríes igual que tu padre!" Ambos recordamos cómo me protegía, con la ayuda de un paraguas, de un posible balonazo por parte de los compañeritos que jugaban futbol en el patio del Simón Bolívar cuando venía de visita y me llevaba al colegio. Vaya recuerdo tan bonito. Quedé súper contento. El próximo domingo volveré a llamarle, no quiero que mi yaya se sienta sola.


Gracias, Mayte, por la foto.