Improvisarle un 'corralito' a la toma de corriente de nuestras computadoras, para evitar desconexiones o accidentes
Eso fue lo primero que hicimos juntos André, Miguel Ángel, Oswaldo y yo. Era primero de noviembre de 2005 y el nuevo equipo de Men's Health En Español finalmente se reunía para empezar a trabajar. Se trataba de mi primer día en Editorial Televisa. Recuerdo que los espacios del tercer piso me resultaban amplísimos. Cuánta emoción, qué nervioso me sentía. Ruy resolvió que para conocernos un poco mejor comeríamos en el Beer Factory de Centro Santa Fe, al parecer su lugar favorito para llevar a cabo las juntas informales. La conversación giró en torno a videojuegos, box, futbol americano y mujeres. O sea, yo calladísimo. También hablamos sobre música, pero a nadie le gustaban los grupos gachupas que a mí. El trayecto de regreso a mi ex departamentito de Ometusco duró tres horas a causa del tránsito súper intenso del Día de Muertos. Llegué agotado y asustado: ¿qué demonios había sido todo eso? El 'corralito' debe seguir por ahí, en algún lugar del hermoso edificio anaranjado en el que fui tan, pero tan feliz. Cómo extraño esos primeros días, con el Playing the angel de Depeche Mode de fondo. Qué gran viaje comenzaba entonces.
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