Y súbitamente me sentí contento. Cuánta belleza y significado entre tanta vulgaridad de claxons, consumo y frustración.
Tristeando sobre Álvaro Obregón me topé con esta escultura de Isaac
Y súbitamente me sentí contento. Cuánta belleza y significado entre tanta vulgaridad de claxons, consumo y frustración.
|