Falsos mitos sobre la piel y el cabello
Ese es el título de la canción de La Costa Brava que sonaba en mi cabeza durante el sueño que tuve hace rato. Justes lloraba porque su ex mujer se había enrollado con Benjamín Valdivia; el pobre permanecía sentado, con su hijo en brazos, en una fiesta que él mismo había organizado. Ángel se disponía a entrar, pero no lo hacía porque el cóver le parecía abusivo, así que decidía quedarse en la puerta, con María. Yo les sugería que pasaran gratis, a través de efectuar alguna trampilla, pero él prefería no intentarlo. Ella, por su parte, me daba un número de teléfono: "Llámale, es de alguien que dice conocerte". Le hacía caso, pero el tipo en cuestión y yo no encontrábamos ninguna pista que nos sugiriera siquiera ubicarnos. Soñé otras cosas, pero ahora mismo sólo pienso en la canción y el teléfono. Era el 5211 6543, por cierto. Acabo de marcar, y una grabación me indica que ese número no existe. "¿Quién hará esta música sonar, reflejo de la vanidad, cuando nadie quiera oírnos más?"
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