Un texto que no recuerdo haber escrito en mi libreta de sueños, pero que escribí esta mañana al despertar

El Sol es demasiado, hace que toque a los otros. Y, aunque los caballos de mi carro estén incompletos, yo sé muy bien hacia dónde me dirijo. Con o sin Sol. Con o sin los otros. Me basta esto que me abraza, y en lo que pocos reparan; soy una sacerdotisa, apenas un arcano en una ciudad enclenque. Yo voy hacia la muerte, hacia la carta sin nombre ni luz.