Que alguien me explique esta foto
Ella sólo quería pasar un viernes feliz. Y al final lo logró, pero primero tuvo que viajar tres horas de ida y después tres de regreso. También fue necesario soportar las cucharachas que caían del techo del autobús, el olor a comida-popó que nunca nos dejó solos y las hordas de incautos que caminaban sin un propósito lógico por las espantosas calles de Mixquic; espantosas en verdad. Eso sin contar toda la basura en derredor y el horrible paseo de 10 minutos en una trajinera que se hundía. Ay. No vayan jamás.
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