No me alcanza el tiempo. Y eso es culpa de ustedes.

Hace rato, al despertar, me entraron unas ganas locas de escuchar el 'Algo cambió' de Astrud, hojear el libro de Henoc, postear, hacer estiramientos de espalda, componer una canción, presenciar el amanecer en el parque, mimar a Fortina, escribir un par de e-mails, repasar el libro de gramática alemana que me prestó mi hermana, desayunar cereal, hacer popó, revisar el periódico y preparar café. Son las ocho y ya hice todo, excepto lo de la canción. Y lo de estirar mi espalda e ir al parque. Y lo del periódico. ¡Qué corta me resulta la vida a veces! Y eso es culpa de ustedes, los que compran coches, causan el tráfico y provocan que yo haga una hora a mi trabajo. Grr. Siéntanse culpables, pues lo son. Canallas.