No tengo miedo

Esta mañana leí que la plaga fertilizante es eterna. Qué intenso fue pensar, además, en el trabajo, la propiedad, la generación y el derecho natural, pero la verdad es que los prefiero por encima de la revelación y esos tres golpes mortales que sigo propiciándole a cualquier maestro que se deje. Fue entonces que capté que el orden del caos es verdaderamente posible y, por tanto, poco cáustico. Pero no me importa.