Gracias, cine mexicano

Después de enojarme a causa del Viagra, me puse a empacar la ropa sucia, limpiar el polvo y caminar hacia el Cinemex de San Luis Potosí. Queríamos ver Thumbsucker –a mí me encanta el soundtrack–, pero la función estaba cancelada, por culpa de una película mexicana rándom. "Función de amigos." Ash, mjmjmj, yeah. ¿Por qué la odié/amé? Pues porque contiene los elementos clave para que una película mexicana sea una película mexicana y me haga reír, con gusto sincero:

- Un Bichir.
- Vecindad, feria, ring de boxeo, taquería, policías, table dance...
- Rafael Inclán.
- La virgen de Guadalupe.
- Una tipa muy parecida a Cecilia Suárez (¿o sí era ella?).
- Mexicanos pobres con aspecto caucásico.
- Ricos con estereotipo de ricos de telenovela.
- Guión nebuloso y pointless.
- Personajes prescindibles. Muchos.
- Damián Alcázar.
- Asaltos, maldad urbana y un secuestro.
- Escenas explícitas de sexo.
- Peleas callejeras.
- Drogas.
- Diálogos bobos con disfraz de fundamentales.
- Audio torpe.
- Cursilería
- Un ex carcelero con pinta de ex carcelero.
- Groserías, groserías y más groserías (y el público riéndose).
- Personajes 'pintorescos' (una viejita mariguana, verbigracia).

Sólo extrañé a Jesús Ochoa, celebré la actuación de Armando Hernández y amé la cara de Carlos Carrera cuando iba saliendo de la sala de cine. Ah, la película se llama Fuera del cielo.