Morrissey al cuadrado, por fortuna
Ringleader Of The Tormentors
Morrissey
Attack Records, 2006
Moz sigue sonando igual. Como esos mantras que alivian y despiertan la conciencia. O esas misas que aburren, pero que, domingo con domingo, te permiten presenciar el crecimiento gradual de tus vecinas. O vecinos. Los títulos de las canciones siguen siendo largos, lamentarse continua significando un leit motif y el cinismo es tan puntual que, sin ningún problema, es capaz de disimularse detrás de las guitarras lustrosas. Como siempre, pues. Hay personas que nacieron para seguir siendo ellas, con o sin estruendos. Quejémonos en su nombre y aprehendamos su mensaje: la repetición funciona. Sí, la repetición funciona. ¿Mis canciones favoritas? “Life Is A Pigsty”, “The Father Who Must Be Killed” y “I Just Want To See The Boy Happy”. ¿Por qué? Por las razones habituales.
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