Un blando reaccionario

No es que nunca me haya rebelado, es sólo que lo oscuro está debajo y no detrás. Los caballos de mi carro son más fuertes que yo y ni la S ni la M parecen importarles. Sin embargo, poco a poco, he ido ganando terreno. Con lo azul y lo amarillo. Y cuando menos te lo esperes, yo ya habré llegado.