Yo: bla, bla, bla, estoy harto y bla, bla, bla.
Mujer taxista: ay, mi chino, a buen árbol se arrima. Yo soy igual de aprensiva que usted. Fíjese que anoche no pude dormir por una tontería que no me deja en paz. Resulta que la semana pasada le conté al mejor amigo de mi novio un montón de cosas sobre él que no debí haberle dicho.
Yo: híjole, la entiendo perfectamente.
Mujer taxista: sí, toda la noche estuve pensando que no es muy buena idea andarle contando tu vida al primer pendejo que se te ponga enfrente.
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