Je, je (parte dos)

Tunden mascotas a sus dueños

Los animales que agredieron a sus dueños quedaron a disposición de las autoridades sanitarias, quienes los mantendrán bajo observación

Por Martín Morita
Grupo Reforma

Acapulco, México (1 junio 2005).- Los hermanos César y Humberto Ceballos Vadillo pasaron ayer el susto de su vida luego de que, en un hecho poco usual, fueron atacados en su domicilio por sus mascotas: un tejón y un perro de la raza Pitbull. Ambos hombres resultaron con heridas graves y convalecen en el hospital O´Horán de Mérida. Todo empezó cuando César intentó agarrar al tejón que había escapado de su jaula, pero el animal reaccionó violentamente y mordió en el pie derecho al hombre de 25 años de edad, quien al no poder deshacerse del roedor, pidió a gritos auxilio. El hermano llegó al rescate y empezó a patear al tejón, y en esas andaban hasta que llegó el Pitbull. El perro creyó que estaban atacando a su amo y se abalanzó sobre Humberto, a quien le propinó dos fuertes mordidas. En medio de la trifulca, Humberto logró asestar una fuerte patada al tejón, que salió volando por los aires, pero el animal regresó más enfurecido a la escena de combate y de nueva cuenta se lanzó contra César, propinándole una segunda mordida, este vez en su pie izquierdo. De acuerdo con el relato de los hermanos, "Charly", el perro Pitbull, "se dio cuenta" de que el problema no era entre ellos, sino con el tejón, de modo que esta vez atacó al animal y logró que desprendiera sus afilados dientes del pie de César. Cuando los policías llegaron al domicilio donde ocurrió el peculiar incidente, todo estaba lleno de sangre, lo mismo que los hermanos Humberto y César. "Realmente quien nos salvó fue 'Charly', porque el tejón hasta pudo haber matado a mi hermano", narró Humberto en el nosocomio donde es atendido.
El que sacó la peor parte fue su hermano César, ya que uno de sus pies presenta serias mordeduras del tejón y permanecerá ingresado en el hospital al menos tres días más. En tanto, el tejón y el perro quedaron a disposición de las autoridades sanitarias, quienes los mantendrán bajo observación, ante la eventualidad de que presenten rabia.