Yo: miren ese letrero. ¿Cómo es posible que en un mensaje de seis palabras haya cuatro tipografías distintas?
Compañera de trabajo número siete: se justifica porque cada palabra es diferente entre sí.
Yo: ja, ¡entonces que cada palabra lleve una tipografía distinta!
Compañera de trabajo número siete: no, pero es que lo que pasa es de que, mira, es como si, fíjate, no sé...
Compañera de trabajo número seis: mira, Jorge ya nos ignoró.
Yo: la verdad es que sí.
Compañera de trabajo número siete: ¡tú no estudiaste diseño, sino comunicación!
Yo: guareber.
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