"She asked for my love
and I gave her a dangerous mind".
"Scary Monsters (And Super Creeps)".
David Bowie.
Si nos ponemos semi maniqueos, será sencillo darnos cuenta de que casi todas las personas contamos con una parte diáfana y con otra que no lo es tanto. Y dije casi, porque hay quienes no. Existen los que dan la impresión de estar constituidos por, digamos, una sola pieza, aquellos que sobrellevan una vida de verdad convencional. Sus virtudes, vicios, aciertos, desatinos, historias y destinos poseen una pinta muy normal, con la que logran acceder sin broncas en la semiosis de la intrincada maquinaria social, en el ideal clasemediero de vida mexicana o en el guión de cualquier telenovela nacional. ¿De qué manera se conserva el equilibrio en estas personas? Porque el balance se encuentra siempre presente. Yo creo que esa clase de seres humanos mantiene el equilibrio a través de la amargura. Parece que las personas, entre más convencionales son, más agrias se vuelven. ¿Lo han notado?, ¿será por la envidia/fascinación que les provocan las personas duales, contradictorias y en suma más humanas?
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