Sobre las ventajas de ser rico o vivir en provincia
Yo: "Ocho horas para el trabajo, ocho para la recreación y ocho más para el sueño. Ese sería mi estilo de vida óptimo".
Amiga número ocho: "O sea, quieres vivir como rico".
Amiga número nueve: "O en provincia".
Amiga número ocho: "O sea, quieres vivir como rico".
Amiga número nueve: "O en provincia".
Sobre el ruido que produce (o no) el árbol que se cae y nadie escucha
Señora número uno (en la mina de Acosta, en Real del Monte): "Pobres mineros, cuánto sufrían".
Señora número dos: "Pero lo peor no era eso, sino que nadie se daba cuenta".
Señora número dos: "Pero lo peor no era eso, sino que nadie se daba cuenta".
Extraño mi antiguo departamento
Anoche me quedé dormido pensando en la vecindad de Ometusco 18, en donde viví dos años exactos. A pesar de que casi ningún mueble era mío y que la portera me odiaba sólo porque sí, fui muy feliz en aquel diminuto espacio (40 metros cuadrados, a lo mucho). Desde luego, en ocasiones también lloré y me sentí solo, pero generalmente me mantuve satisfecho y alegre durante ese tiempo. Las fiestas, las visitas, la tranquilidad, los vecinos y los eventos definitivos se quedan en mi corazón para siempre; incluso la portera y aquel baúl que nunca fue mío.
Ay, qué emoción
En la edición más reciente de la revista Rockdelux, aparece una crónica que escribieron los adorables Chico y Chica respecto a su visita a la ciudad de México. Además, incluyeron una foto mía. Gracias por la bonita noticia, José Luis.
Hoy es el cumpleaños 683 de la ciudad de México (bueno, de Tenochtitlán)
Así que consigan la edición más reciente de la revista Travesías y lean mi artículo sobre el Distrito Federal. El texto también está disponible aquí.
(Qué bueno que la editora no quitó mi comentario sobre el cadenero del Pasaje América, en la página 110; jijijí.)
(Qué bueno que la editora no quitó mi comentario sobre el cadenero del Pasaje América, en la página 110; jijijí.)