Taxista: pues sí, mi chino, anoche metieron a mi sobrino al reclusorio.
Yo: ¿qué hizo o qué?
Taxista: lo que pasa es que unos policías lo chispearon robándose un coche de la A.F.I.
Yo: híjole, ¿y cuántos años le va a dar?
Taxista: depende. Si lo mandan al 62, ya la hicimos, porque el juez de ahí es mi compadre y seguro que me lo saca luego luego. De hecho, toda la familia está pidiéndole a Diosito que lo lleven para allá.
Yo: yo no creo que uno pueda pedirle esas cosas a Diosito...
Taxista: bueno, para eso está mi esposa, que está en el cielo. Yo creo que allá arriba pueden llegar a un arreglo. Ella es, ¿cómo te diré?, nuestro contacto con el de arriba.
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