Pocas experiencias tan incómodas como el cautiverio, especialmente cuando se trata de un estado del que se tiene conciencia. Además, a las personas descontextualizadas les da cáncer. La luz apagada, el cubículo vacío y los dos planos cada vez más cerca. Estoy tan contento que no tengo ganas de mirar atrás, ni siquiera in anger, así que me despido pronto y ovacionando a la precisión. In my Mersey paradise, yeah.
No alarms and no surprises.
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