In my dreams I have a plan

Ayer compré el tubito de plástico ($8.30) que me hacía falta para sujetar el papel de baño. No saben lo feliz que me sentí cuando llegué a mi departamento y lo coloqué en su lugar. Esto me hizo pensar en las distintas formas de satisfacción que tienen las personas dependiendo de su condición económica. ¿Qué siente un rico, por ejemplo, cuando compra unos rines nuevos para su coche caro? ¿Qué pensará un ama de casa que pide el jamón más fino del Superama? ¿O un importante hombre de negocios cuando reserva en un hotel Gran Turismo de Dubai? Me pregunto si alguno de los visitantes de este blog tendrá el suficiente dinero como para describirnos en qué consisten las pequeñas alegrías que experimentan los ricos cuando compran sus cosas.