Yo: ¿tú solita cocinas, lavas, planchas y todo eso?
Compañera de trabajo número seis: bueno, no, de hecho mi marido me ayuda. Ni que yo fuera la sirvienta de la casa.
Yo: bueno, si lo piensas bien, sí lo eres. Junto con tu esposo, pues.
Compañera de trabajo número seis: calla.
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