El disco del día



Que portada más cutre. Pero qué música tan bonita. Fuerza sublimada. Pero fuerza de verdad. Y sublimada de verdad. Rockabilly bastardísimo y melancólicamente endulzado. Como si Johnny Marr nunca hubiera conocido a Morrissey y en lugar de formar una banda capitular, se hubiera dedicado a dar clases de guitarra en un colegio caro, de esos alternativones onda el de Jorge Vergara en Guadalajara. Melodías alquímicas, pedacitos de naranja en la niebla que tienden a despertar en mi pecho tristeza y mensura. Estridencia silbable. I wanna, I wanna, I wanna be adooored. El álbum homónimo de los Stone Roses es el disco más importante de este día frío y feliz.