El alcalde de un pueblo de la costa mediterránea francesa, cuyo cementerio ha quedado sin capacidad, prohibió a sus residentes morir hasta que pueda hallarse otro sitio donde enterrarlos. Gil Bernardi, alcalde de la localidad de Le Lavandou, situada a 25 kilómetros de Saint Tropez, decretó la prohibición después de que un tribunal rechazara su plan de construir un nuevo cementerio en un tranquilo lugar junto al mar. Bernardi dijo que hasta el momento la mayoría de los habitantes ha cumplido la prohibición, pero agregó que está tratando desesperadamente de hallar un sitio para enterrar a un vagabundo que falleció hace poco en el pueblo. "Inicialmente, el decreto ha funcionado notablemente bien", expresó el alcalde.
Fuente: http://rosavientos.tk
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