Mesas vemos, niñas no sabemos

Miren lo que llegó a mí esta mañana:

Por todos es sabido que la canción de moda "za za za" se refiere al ambiente de un table dance y sin embargo, a pesar de estar asociada con el mal y las pasiones que corrompen al hombre, la bailamos y cantamos sin ponernos a pensar que lo estamos haciendo es adorar al Maligno.

En la cultura olmeca la palabra "xa" es el número 6, por lo que en la canción al decir "za za za", en realidad se está diciendo 666, que es el número de la Bestia, de acuerdo con el libro del Apocalipsis. Pero por si fuera poco, en la canción también se menciona el juego de palabras, al parecer sin coherencia, "ya cu za", pero resulta que también en la cultura olmeca, "yacu" era como se nombraba al demonio o dios de todas calamidades. De tal manera, el estribillo "za, za, za, yacuzá, yacuzá", es una repetición inconciente de "666, demonio 6, demonio 6".

La canción es en sí misma 100% subliminal, ya que al inicio se repite tres veces la frase: "mesa que más aplauda". Es decir, las mismas veces que se repite el número 6. Enseguida se repite otra vez tres veces: "le mando, le mando, le mando". Luego, después de haber invocado repetidas veces al "yacu" y el "za za za", la canción se dirige a todos como extendiendo el manto negro de lo oculto y lo maligno. Entonces menciona a casi todas las profesiones, oficios y ciudades y pueblos de todos los Estados de la República, seduciéndolos a bailar y cantar este tema diabólico.

Así que la próxima vez que escuches el "za za za", piénsalo dos veces antes de cantarlo porque en realidad estarás cantando "666". Tal parece que el demonio trata de querer apoderarse de nosotros pero una vez más no lo podrá hacer, siempre es más fuerte la fuerza de nuestro Dios Jesús.