Mi tía: hay una parte en el himno nacional donde hablan de una señora a la que le ponen unos olivos en la sien. Me la imagino comiéndose las aceitunas que se le caen de la cabeza, ja, ja.
Yo: no creo que esos olivos tengan aceitunas, pesarían mucho, ¿no?
Novio de mi prima: si nos fijamos bien, nuestro himno es muy bonito, pero la gente no sabe apreciarlo. Eso sí, ponles a los Tigres del Norte y todos felices.
Empleada doméstica de mi tía (con un contenido aire de indignación): ¿Qué tiene? A mí sí me gustan los Tigres.
Yo: tengo sed.
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