Somebody up there likes me

“Haber sido rica me ha costado tanto que incluso ya dejé de serlo”, confesó mi tía, apoyada en ese bastón que otrora perteneciera a mi abuela/abuelita Georgina. Y en ese momento lo tuve claro, por fin me di cuenta: mi misión en esta vida es conseguir todo lo que me propongo, todo, incluyendo participar en El Rival Más Débil, así que tomé el teléfono e insistí. Esta vez, las preguntas fueron indulgentes. Y yo implacable.