One gets born every minute

Recientemente he tenido (me he procurado) la oportunidad de conocer a toda suerte de personas, personalidades y personajes. Gente de teatro, arquitectos, quesque luchadores, meseras fashion, rockeros internacionales, locutoras, editores, editoras, ratas romeras, temazcaleros y hasta un cantante de música grupera. Y de todos estos encuentros he vislumbrado más o menos el mismo mensaje: Jorge Pedro, dedícate a hacer lo que tengas que hacer, con una sonrisa sincera y una desconfianza cortés, lo demás vendrá por añadidura. He recorrido calles y calles de la Condesa a las cuatro de la mañana, he ido a los edificios de Tlatelolco, he estado en fiestas de verdad exclusivas, en antros arrabaleros y también, lo admito, en el metro Chabacano. Too many places, too many people. Y al final, solo, como todos esos lugares, como toda esa gente. Radhe, radhe.