De servidumbre y admiración

Señora por el teléfono: estoy muy feliz de que haya invitado a Alberto Cortez a su programa, ¿puedo decirle algo?

Conductor: Claro, ¿qué quiere decirle?

Alberto Cortez: Hola, señora.

Señora: ¡Ay, qué emoción! Lo admiro tanto, señor Cortez, que me conformaría con ser su sirvienta.

Alberto Cortez: ...

Conductor: ...