Reseña del Counterfeit 2 de Martin Gore
Buena materia prima, buena mano de obra y una reconocida marca. Pero hasta la mejor maderera pierde su vigor cuando la región es deforestada. Este álbum de Martin L. Gore, cabeza indiscutible de Depeche Mode (magnífico el DVD que recién sacaron), puede resultar algo… prescindible. El Counterfeit 2 (Warner, 2003) cuenta con una magnífica selección de temas —todos covers, como sugiere el título—, y una cuidadosa producción. Pero el disco en su conjunto termina siendo muy plano.
David Bowie, Iggy Pop, Lou Reed, John Lennon, Brian Eno, Bob Dylan... Todos están ahí. Hasta Nico y Nick Cave. Pero el disco permanece monótono. Lento. ¡Desesperante! Este álbum contiene 11 canciones, entre las que destacan “Stardust” (una clara referencia a Ziggy, no a Bowie), “By This River”, “Das Lied Vom Einsamen Mädchen” y “Candy Says”, y seguramente en este momento no puede encontrarse una compilación de Canciones (así, con mayúscula) tan acertada, ni siquiera tomando en cuenta el fallido Other People’s Songs de Erasure, que también contiene una deliciosa selección. Pero al igual que sucede con las películas inspiradas en los cómics o en las series de televisión, los discos de covers casi nunca destacan, por más bien hechos que estén.
¿Cuál es exactamente el objetivo de lanzar un álbum de versiones cuando eres una estrella? La pregunta sigue en el aire, y la respuesta con certeza no se encuentra en Counterfeit 2, un disco en el que hay más soniditos que música. Por otra parte, el Paper Monsters de Dave Gahan no está mucho mejor. Tal vez sea el tercer miembro de la banda de Essex, tan menospreciado siempre el pobre, quien dé la sorpresa. Él no compone ni interpreta; administra. Y en estos momentos acaba de nacer el primer hijo de su disquera Toast Hawai: Client. Pero volvamos al segundo disco de Martin Lee Gore. Volvamos sólo para decir que este disco es como el corte de cabello que ostenta el compositor de “Personal Jesus” en la contraportada: podría parecerte muy fashion, pero también un poco creepy. La relación entre Gore y Depeche es simbiótica. Por fortuna para los fans. Dicho sea de paso, ellos sí están obligados a comprar el Counterfeit 2.
0.014 pesos por segundo
Hoy, haciendo cálculos deliberadamente aproximados, me di cuenta de que cada vez que transcurre un segundo dentro de mi horario de trabajo, gano poco más de una décima parte de centavo de peso. De verdad son muchos los segundos que necesito dedicar a escribir boletines de prensa para pagar, por ejemplo, un minuto de telefonía celular, incluso en Unefon.
El rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, institución en la que laboro, requiere de diez veces menos tiempo para lo mismo. Él está lejos de llegar a la tercera parte de un peso por segundo, de todos modos. La vida es cara, el tiempo lento, y los sueldos... hórridamente divisibles. Por cierto. yo sé que Paul McCartney gana en promedio un dólar por cada segundo que pasa. Sé la vida è.
¿Cuántos años tendré que levantarme temprano para conseguir ganar un peso por segundo? Imagínemos que cuando eso suceda —un auténtico éxito profesional—, yo tenga ganas de un refresco: sólo tendría que esperar unos cinco segundos y ya podría pagarlo. Hace rato escuché una conversación telefónica en la que se comentaba que por cada poster que se pega en esta casa de estudios, se le dan dos pesos al encargado de esta sencilla y bien pagada labor. Tal vez pegando posters ahorre años de madrugar.
Qué maravilla poder decirle algún día a la señorita del servicio a clientes de Unefón: "¿un peso? Vaya, lo que yo gano en un segundo; su servicio me conviene 60 veces más". De cualquier manera, yo estaría gastando 1/60 parte de mi fortuna en llamadas por celular. Esto sigue estando desproporcionado desde donde se le vea. Ni hablar; nadie ha dicho que el dinero sea lo más importante.
Hoy, haciendo cálculos deliberadamente aproximados, me di cuenta de que cada vez que transcurre un segundo dentro de mi horario de trabajo, gano poco más de una décima parte de centavo de peso. De verdad son muchos los segundos que necesito dedicar a escribir boletines de prensa para pagar, por ejemplo, un minuto de telefonía celular, incluso en Unefon.
El rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, institución en la que laboro, requiere de diez veces menos tiempo para lo mismo. Él está lejos de llegar a la tercera parte de un peso por segundo, de todos modos. La vida es cara, el tiempo lento, y los sueldos... hórridamente divisibles. Por cierto. yo sé que Paul McCartney gana en promedio un dólar por cada segundo que pasa. Sé la vida è.
¿Cuántos años tendré que levantarme temprano para conseguir ganar un peso por segundo? Imagínemos que cuando eso suceda —un auténtico éxito profesional—, yo tenga ganas de un refresco: sólo tendría que esperar unos cinco segundos y ya podría pagarlo. Hace rato escuché una conversación telefónica en la que se comentaba que por cada poster que se pega en esta casa de estudios, se le dan dos pesos al encargado de esta sencilla y bien pagada labor. Tal vez pegando posters ahorre años de madrugar.
Qué maravilla poder decirle algún día a la señorita del servicio a clientes de Unefón: "¿un peso? Vaya, lo que yo gano en un segundo; su servicio me conviene 60 veces más". De cualquier manera, yo estaría gastando 1/60 parte de mi fortuna en llamadas por celular. Esto sigue estando desproporcionado desde donde se le vea. Ni hablar; nadie ha dicho que el dinero sea lo más importante.
Reseña del nuevo disco de Radiohead
Un notable granizo hi-fi de de guitarras.
Aunque muchas veces no se note de inmediato, existen diferencias entre los discos aburridos, los tristes y los lentos. El Hail to the thief (EMI, 2003) de Radiohead es un álbum difícil. Y, por lo general, un álbum difícil representa un sofisticado bricolaje integrador de los tres epítetos juntos. Lo cual no es necesariamente malo, ¿o sí?
Comenzaré con el cliché mejor documentado del grupo de Oxford: la música de Radiohead ya no es la misma después del Ok computer (EMI, 1997), disco que fue considerad por mucha de la prensa especializada como el mejor de la historia pop, dejando abajo hitos como el Revolver de The Beatles o el Ziggy Stardust de Bowie. Por alguna extraña razón, esta condecoración los hizo cambiar sus guitarras por aparatos mucho más caros… y aburridos. Dejaron sus dedos tranquilos de los cayos y lanzaron un par de discos experimentales tan impopulares como pretenciosos.
Pero tocar la guitarra es como nadar, andar en bicicleta o escribir: nunca se olvida (bueno, escribir sí) y siempre quedan ganas de hacerlo de nuevo. Es así como la banda de Thom Yorke volvió a las andanzas guitarreras en un tiempo en el que una guitarra eléctrica, un aparato DVD y un celular fashion valen prácticamente lo mismo. Corre el rumor de que el Hail to the thief es un regreso a The bends (EMI, 1994), pero a mí me parece que en este nuevo disco ya no es tan clara la emoción del refinado espíritu punk que había en canciones como “My Iron Lung” o “Just”. Maduraron, pues; una lástima para muchos de sus clientes.
Una amiga dice que este disco es el eslabón perdido entre The bends y el Ok computer, lo cual suena muy ingenioso. De todos modos, mi amiga es muy sofisticada en sus comentarios, así que no se fíen mucho; en realidad este disco no tiene tanto que ver con aquella placa del ’94. Esta vez, Nigel Godrich (el Brian Eno de Radiohead) se dedicó a preparar junto con el grupo una producción impecable y bien hecha, aunque un poco excesiva en cuestiones de non sense y Big Brother.
Destacan: “Where I End And You Begin”, “Myxomatosis” y “Scatterbrain”, canciones hi-fi llenas de significado. Para concluir, el Hail to the thief, con su bonito empaque, es casi casi un disco para los fans, o en otras palabras, una tarjeta amarilla para la disquera.
Un notable granizo hi-fi de de guitarras.
Aunque muchas veces no se note de inmediato, existen diferencias entre los discos aburridos, los tristes y los lentos. El Hail to the thief (EMI, 2003) de Radiohead es un álbum difícil. Y, por lo general, un álbum difícil representa un sofisticado bricolaje integrador de los tres epítetos juntos. Lo cual no es necesariamente malo, ¿o sí?
Comenzaré con el cliché mejor documentado del grupo de Oxford: la música de Radiohead ya no es la misma después del Ok computer (EMI, 1997), disco que fue considerad por mucha de la prensa especializada como el mejor de la historia pop, dejando abajo hitos como el Revolver de The Beatles o el Ziggy Stardust de Bowie. Por alguna extraña razón, esta condecoración los hizo cambiar sus guitarras por aparatos mucho más caros… y aburridos. Dejaron sus dedos tranquilos de los cayos y lanzaron un par de discos experimentales tan impopulares como pretenciosos.
Pero tocar la guitarra es como nadar, andar en bicicleta o escribir: nunca se olvida (bueno, escribir sí) y siempre quedan ganas de hacerlo de nuevo. Es así como la banda de Thom Yorke volvió a las andanzas guitarreras en un tiempo en el que una guitarra eléctrica, un aparato DVD y un celular fashion valen prácticamente lo mismo. Corre el rumor de que el Hail to the thief es un regreso a The bends (EMI, 1994), pero a mí me parece que en este nuevo disco ya no es tan clara la emoción del refinado espíritu punk que había en canciones como “My Iron Lung” o “Just”. Maduraron, pues; una lástima para muchos de sus clientes.
Una amiga dice que este disco es el eslabón perdido entre The bends y el Ok computer, lo cual suena muy ingenioso. De todos modos, mi amiga es muy sofisticada en sus comentarios, así que no se fíen mucho; en realidad este disco no tiene tanto que ver con aquella placa del ’94. Esta vez, Nigel Godrich (el Brian Eno de Radiohead) se dedicó a preparar junto con el grupo una producción impecable y bien hecha, aunque un poco excesiva en cuestiones de non sense y Big Brother.
Destacan: “Where I End And You Begin”, “Myxomatosis” y “Scatterbrain”, canciones hi-fi llenas de significado. Para concluir, el Hail to the thief, con su bonito empaque, es casi casi un disco para los fans, o en otras palabras, una tarjeta amarilla para la disquera.
Demo de locución y CV en línea
Mi demo de locución y mi Currículum vitae están por fin en http://jorgepedro.iuma.com.
Mi demo de locución y mi Currículum vitae están por fin en http://jorgepedro.iuma.com.
Lo impudoroso de conducir a solas (un desvarío)
El rostro más íntimo de las personas no puede ser mejor evidenciado que cuando éstas manejan solas. Millones de conductores solitarios, muchos de ellos sin licencia ni ganas de tener una, se dejan mirar sin ningún pudor por las calles del mundo. Algunos lo hacen del lado izquierdo, otros del derecho, pero el conjunto de quienes circulan a solas constituye un espectáculo tan fascinante como cotidiano. Dos cualidades adversas, de ahí el anonimato del fenómeno.
Justo al momento de escribir esto (y también justo al momento de leerlo), en alguna parte de la ciudad, tres o más automóviles se detienen paralelamente frente a un semáforo, y cuando apenas han pasado un par de segundos después de haber pisado el mismo pedal, ya todos sus solitarios chóferes se han dado cuenta de algo, aunque no saben de qué: se miran unos con otros, y de un modo automático regresan a sus cavilaciones. Esa intrigante y abrupta necesidad se apodera de nosotros, necesitamos saber cómo es el rostro de nuestro colega, es muy probable que jamás volvamos a verlo. Esto de manejar solo me trae a la cabeza aquél ejercicio de la cuarta pared, bien conocido para quienes han estudiado teatro, en el que uno se olvida del público y actúa del mismo modo que cuando se está a solas. Muchas veces al día estamos a solas. Cuando nos bañamos, frente al monitor de la computadora, cuando nos dirigimos a los sanitarios de nuestro lugar de trabajo, al esperar a alguien, en el transporte público… Pero manejar sin compañía me parece el momento solitario más profundo. Es la colectividad manifestando su deseo de reconocerse en los montones de pedazos de un espejo roto, y muy roto. Pero del mismo modo que hay una diferencia entre lo masivo y lo interpersonal repetido, los conductores solitarios, esa especie, casi plaga, tan común, representa lo vasto de la soledad, y no la repetición de ésta. Lo único que comparte esta gente son el volante y los pedales. Lo demás son pensamientos infinitamente posibles.
¿En qué piensa uno cuando está detrás del volante? Me gusta acordarme del video de “Everybody Hurts” de ese grupo que terminó por aburrirse luego de aburrir a sus escuchas. ¡Son esos pensamientos los que no permiten darse cuenta de que se está conduciendo desnudo! Ni siquiera un performance de Spencer Tunick resulta tan fuerte pues lo que hace este hombre es simular algo tan natural como lo es una bucólica montañita: el tráfico. Hay un sinfín de situaciones impresionantes enfrente de nosotros en las que no reparamos, y una de éstas es la maravillosa oportunidad de mirar hacia la intimidad de tanta gente, es tan fantástico que, como suele suceder con todo lo fantástico, nuestra conciencia parece bloquearlo y nos impide darnos cuenta del espectáculo. Es como un Big Brother multiplicado, y con ojos en lugar de cámaras. Es una clara y lenta manifestación del ensimismamiento actual. Es un show casi perverso esto de ver el mismo rostro que viste aquella mujer de la camioneta roja cuando ésta se baña o defeca. Sea como sea, yo nunca he manejado solo, así que a mí nadie me señale.
El rostro más íntimo de las personas no puede ser mejor evidenciado que cuando éstas manejan solas. Millones de conductores solitarios, muchos de ellos sin licencia ni ganas de tener una, se dejan mirar sin ningún pudor por las calles del mundo. Algunos lo hacen del lado izquierdo, otros del derecho, pero el conjunto de quienes circulan a solas constituye un espectáculo tan fascinante como cotidiano. Dos cualidades adversas, de ahí el anonimato del fenómeno.
Justo al momento de escribir esto (y también justo al momento de leerlo), en alguna parte de la ciudad, tres o más automóviles se detienen paralelamente frente a un semáforo, y cuando apenas han pasado un par de segundos después de haber pisado el mismo pedal, ya todos sus solitarios chóferes se han dado cuenta de algo, aunque no saben de qué: se miran unos con otros, y de un modo automático regresan a sus cavilaciones. Esa intrigante y abrupta necesidad se apodera de nosotros, necesitamos saber cómo es el rostro de nuestro colega, es muy probable que jamás volvamos a verlo. Esto de manejar solo me trae a la cabeza aquél ejercicio de la cuarta pared, bien conocido para quienes han estudiado teatro, en el que uno se olvida del público y actúa del mismo modo que cuando se está a solas. Muchas veces al día estamos a solas. Cuando nos bañamos, frente al monitor de la computadora, cuando nos dirigimos a los sanitarios de nuestro lugar de trabajo, al esperar a alguien, en el transporte público… Pero manejar sin compañía me parece el momento solitario más profundo. Es la colectividad manifestando su deseo de reconocerse en los montones de pedazos de un espejo roto, y muy roto. Pero del mismo modo que hay una diferencia entre lo masivo y lo interpersonal repetido, los conductores solitarios, esa especie, casi plaga, tan común, representa lo vasto de la soledad, y no la repetición de ésta. Lo único que comparte esta gente son el volante y los pedales. Lo demás son pensamientos infinitamente posibles.
¿En qué piensa uno cuando está detrás del volante? Me gusta acordarme del video de “Everybody Hurts” de ese grupo que terminó por aburrirse luego de aburrir a sus escuchas. ¡Son esos pensamientos los que no permiten darse cuenta de que se está conduciendo desnudo! Ni siquiera un performance de Spencer Tunick resulta tan fuerte pues lo que hace este hombre es simular algo tan natural como lo es una bucólica montañita: el tráfico. Hay un sinfín de situaciones impresionantes enfrente de nosotros en las que no reparamos, y una de éstas es la maravillosa oportunidad de mirar hacia la intimidad de tanta gente, es tan fantástico que, como suele suceder con todo lo fantástico, nuestra conciencia parece bloquearlo y nos impide darnos cuenta del espectáculo. Es como un Big Brother multiplicado, y con ojos en lugar de cámaras. Es una clara y lenta manifestación del ensimismamiento actual. Es un show casi perverso esto de ver el mismo rostro que viste aquella mujer de la camioneta roja cuando ésta se baña o defeca. Sea como sea, yo nunca he manejado solo, así que a mí nadie me señale.
Un 14 de julio de hace dos años, en algún lugar de Kensington-Olympia
Bueno, ya está, después de tanto postear casi puros textos ajenos (citando siempre la fuente, eso sí), he decidido comenzar a publicar otra vez más escritos míos en este blog. Empezaré con "Jubilee", algo que preparé en Londres, exactamente hace dos años.
This song is for you: The highest of the low.
The lowest I’ve been, I’ve been it for you
when I was a-sleepy and silently weeping
with nowhere to go, but your gardens so windy.
I thought: “I’ll be back and I’ll merge with your kind”
as I was in search of some merit and freedom
and all of the things you do own without seeking.
You’ve always been big, and you’ll never slow down.
Not even if I was the limelight.
This song is for you: The highest of the low.
You were born for things like this, or say, were you not?
And when I saw you silently casting a frankly shy tear,
I thought: “It was worth it, or say, was it not?".
Bueno, ya está, después de tanto postear casi puros textos ajenos (citando siempre la fuente, eso sí), he decidido comenzar a publicar otra vez más escritos míos en este blog. Empezaré con "Jubilee", algo que preparé en Londres, exactamente hace dos años.
This song is for you: The highest of the low.
The lowest I’ve been, I’ve been it for you
when I was a-sleepy and silently weeping
with nowhere to go, but your gardens so windy.
I thought: “I’ll be back and I’ll merge with your kind”
as I was in search of some merit and freedom
and all of the things you do own without seeking.
You’ve always been big, and you’ll never slow down.
Not even if I was the limelight.
This song is for you: The highest of the low.
You were born for things like this, or say, were you not?
And when I saw you silently casting a frankly shy tear,
I thought: “It was worth it, or say, was it not?".
"Estados Unidos debería liderear, no gobernar"
Fuente: El País, 19-12-02.
A continuación, algo de lo que dijo William J. Clinton al periódico español.
Estados Unidos se encuentra en un momento único de la historia humana con un dominio político, económico y militar. Pero dentro de 30 años, la economía china podría ser tan grande o más que la estadounidense. La economía india también, si dejan de luchar contra Pakistán y malgastar dinero en armamento. Dentro de 30 años, si la Unión Europea sigue uniéndose política y económicamente, aumentará de igual manera su influencia política y económica. Por lo tanto, en un mundo independiente, podemos liderar pero no dominar. Estados Unidos será juzgado sobre la base de cómo utilizó este "momento mágico". ¿Intentamos introducir al mundo en el siglo XXI? ¿Intentamos obligar a la gente a vivir según nuestro punto de vista? ¿O intentamos, por el contrario, mediante el liderazgo, el ejemplo y la persuasión a construir un mundo en el que la gente nos trate en el futuro como nos gustaría que nos tratase por nuestra manera de actuar en nuestro momento de primacía?
Fuente: El País, 19-12-02.
A continuación, algo de lo que dijo William J. Clinton al periódico español.
Estados Unidos se encuentra en un momento único de la historia humana con un dominio político, económico y militar. Pero dentro de 30 años, la economía china podría ser tan grande o más que la estadounidense. La economía india también, si dejan de luchar contra Pakistán y malgastar dinero en armamento. Dentro de 30 años, si la Unión Europea sigue uniéndose política y económicamente, aumentará de igual manera su influencia política y económica. Por lo tanto, en un mundo independiente, podemos liderar pero no dominar. Estados Unidos será juzgado sobre la base de cómo utilizó este "momento mágico". ¿Intentamos introducir al mundo en el siglo XXI? ¿Intentamos obligar a la gente a vivir según nuestro punto de vista? ¿O intentamos, por el contrario, mediante el liderazgo, el ejemplo y la persuasión a construir un mundo en el que la gente nos trate en el futuro como nos gustaría que nos tratase por nuestra manera de actuar en nuestro momento de primacía?
10 consejos para no espantar a las 3 moscas que todavía visitan su blog
Fuente: http://patibulo.cmact.com.
- Evite elaborar, insistente y detalladamente, sobre los pequeños malestares del cuerpo que no provoquen en los asistentes rush dramático por la expectativa de su muerte, tales como: dolores de cabeza, ligeros mareos, diarreas, acidez estomacal, inapetencia temporal, etc...
- Desista de la creación de insufribles acertijos para sus visitantes basados en códigos binarios, nombres de jedis, términos computacionales arcanos, y temáticas similares.
- La pubertad es un estado de excesos hormonales, asimetría corporal, requiebres involuntarios de voz, obsesión masturbatoria, y paranoia social... no acentúe su patetismo acompañándola de un blog.
- Evite que su público deteste tanto a su madre como usted, reconociendo que la mención de los conflictos con sus progenitores resulta divertida una o dos veces... cuando mucho.
- La recomendación de tests al estilo de “¿Cuál personaje de Buffy eres tú?” “¿Qué sentimiento/color/canción/tipo-de-toalla-higiénica-eres-tú?”, etc., deben de acompañarse de al menos un párrafo de sus interesantes comentarios, procurando esperar al menos una semana antes de realizar uno adicional.
- Uno de los efectos de la cibernética en el cerebro es la poderosa sensación de que los límites de lo real pueden transgredirse; pero le aseguro, estimado amigo, que usted no es el Conde Drácula, hada mágica o demonio medieval. Acompase la interrupción de la corriente eléctrica de su disco duro, con la de sus alucines.
- Deje de quejarse sobre la imposibilidad para actualizar el contenido del blog, que sólo hace que sus visitantes le imprequen “güevón de mierda”con más fuerza.
- No, las faltas de ortografía y sintaxis no son muestra de rebeldía... No, tampoco de libertad espiritual... No, tampoco son muestra de su espíritu anárquico. No... y con una chingada: déjese de huevonadas, asista a cursos de redacción y lea.
- Desarrolle un sexto sentido que fomente la comprensión de que no siempre las cámaras digitales son sus aliadas.
- Su autocensura en materia política nace de la ilusoria sensación de que es leído por más de 5 personas. Venga, suéltelo de una vez y vámonos todos a casa... Venga...
Fuente: http://patibulo.cmact.com.
- Evite elaborar, insistente y detalladamente, sobre los pequeños malestares del cuerpo que no provoquen en los asistentes rush dramático por la expectativa de su muerte, tales como: dolores de cabeza, ligeros mareos, diarreas, acidez estomacal, inapetencia temporal, etc...
- Desista de la creación de insufribles acertijos para sus visitantes basados en códigos binarios, nombres de jedis, términos computacionales arcanos, y temáticas similares.
- La pubertad es un estado de excesos hormonales, asimetría corporal, requiebres involuntarios de voz, obsesión masturbatoria, y paranoia social... no acentúe su patetismo acompañándola de un blog.
- Evite que su público deteste tanto a su madre como usted, reconociendo que la mención de los conflictos con sus progenitores resulta divertida una o dos veces... cuando mucho.
- La recomendación de tests al estilo de “¿Cuál personaje de Buffy eres tú?” “¿Qué sentimiento/color/canción/tipo-de-toalla-higiénica-eres-tú?”, etc., deben de acompañarse de al menos un párrafo de sus interesantes comentarios, procurando esperar al menos una semana antes de realizar uno adicional.
- Uno de los efectos de la cibernética en el cerebro es la poderosa sensación de que los límites de lo real pueden transgredirse; pero le aseguro, estimado amigo, que usted no es el Conde Drácula, hada mágica o demonio medieval. Acompase la interrupción de la corriente eléctrica de su disco duro, con la de sus alucines.
- Deje de quejarse sobre la imposibilidad para actualizar el contenido del blog, que sólo hace que sus visitantes le imprequen “güevón de mierda”con más fuerza.
- No, las faltas de ortografía y sintaxis no son muestra de rebeldía... No, tampoco de libertad espiritual... No, tampoco son muestra de su espíritu anárquico. No... y con una chingada: déjese de huevonadas, asista a cursos de redacción y lea.
- Desarrolle un sexto sentido que fomente la comprensión de que no siempre las cámaras digitales son sus aliadas.
- Su autocensura en materia política nace de la ilusoria sensación de que es leído por más de 5 personas. Venga, suéltelo de una vez y vámonos todos a casa... Venga...
Acerca del próximo disco de Bowie
Fuente: http://www.davidbowie.com/freebowie2/news/news.php3.
The artwork for David Bowie's 26th studio album, Reality, and the final tracklisting for the release, which is due on September 15th, are ready. The sleeve features the combined talents of Rex Ray (who you all know and love for his work on many previous Bowie projects) and typographer Jonathan Barnbrook, who also worked on Heathen. Reality is the fourth Bowie studio album to feature a painted image of David on the cover, (the first three being Diamond Dogs, Scary Monsters and, of course, 1. Outside ).
Here follows the definite final tracklisting for Reality:
01 New Killer Star
02 Pablo Picasso
03 Never Get Old
04 The Loneliest Guy
05 Looking for Water
06 She'll Drive the Big Car
07 Days
08 Fall Dog Bombs The Moon
09 Try Some, Buy Some
10 Reality
11 Bring Me The Disco King
Some of you may already be familiar with at least four of the titles on Reality for various reasons. There are two cover versions on the album, the first being Jonathan Richman's "Pablo Picasso", (Also covered by John Cale on his Helen Of Troy album) and the second being the George Harrison song "Try Some, Buy Some", which was released on George's 1973 album Living In The Material World. Ronnie Spector also released a version of the song as a single on the Apple label. The other two songs you may be aware of on Reality are both Bowie originals: "Never Get Old" and "Bring Me The Disco King". The former was used in the recent Vittel advert, and the latter is a song that David has tackled before, but hasn't been happy with until now.
Fuente: http://www.davidbowie.com/freebowie2/news/news.php3.
The artwork for David Bowie's 26th studio album, Reality, and the final tracklisting for the release, which is due on September 15th, are ready. The sleeve features the combined talents of Rex Ray (who you all know and love for his work on many previous Bowie projects) and typographer Jonathan Barnbrook, who also worked on Heathen. Reality is the fourth Bowie studio album to feature a painted image of David on the cover, (the first three being Diamond Dogs, Scary Monsters and, of course, 1. Outside ).
Here follows the definite final tracklisting for Reality:
01 New Killer Star
02 Pablo Picasso
03 Never Get Old
04 The Loneliest Guy
05 Looking for Water
06 She'll Drive the Big Car
07 Days
08 Fall Dog Bombs The Moon
09 Try Some, Buy Some
10 Reality
11 Bring Me The Disco King
Some of you may already be familiar with at least four of the titles on Reality for various reasons. There are two cover versions on the album, the first being Jonathan Richman's "Pablo Picasso", (Also covered by John Cale on his Helen Of Troy album) and the second being the George Harrison song "Try Some, Buy Some", which was released on George's 1973 album Living In The Material World. Ronnie Spector also released a version of the song as a single on the Apple label. The other two songs you may be aware of on Reality are both Bowie originals: "Never Get Old" and "Bring Me The Disco King". The former was used in the recent Vittel advert, and the latter is a song that David has tackled before, but hasn't been happy with until now.