Extraño mi antiguo departamento


Anoche me quedé dormido pensando en la vecindad de Ometusco 18, en donde viví dos años exactos. A pesar de que casi ningún mueble era mío y que la portera me odiaba sólo porque sí, fui muy feliz en aquel diminuto espacio (40 metros cuadrados, a lo mucho). Desde luego, en ocasiones también lloré y me sentí solo, pero generalmente me mantuve satisfecho y alegre durante ese tiempo. Las fiestas, las visitas, la tranquilidad, los vecinos y los eventos definitivos se quedan en mi corazón para siempre; incluso la portera y aquel baúl que nunca fue mío.